Женщины (RusMex)

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—¡Abrete a la verga, hijo de tu perrisima madre! —Mexico empujó al argentino fuera del baño para entrar a hacer sus necesidades.

—¡Estúpido trepamuros!

—¡Callate, me estoy miando! —una vez dentro se encerró con un portazo.

Rusia miraba desde lo lejos aquella fila para entrar al baño. Si, habían más baños en la casa, pero no habían suficientes para abastecerlos a todos. Incluso a él lo habían corrido del cuarto de México para usar el baño. A pesar de llevar ya tres días viviendo con los latinos no podía lograr adaptarse a su modo de vida. Cada mañana la casa se volvía un caos cuando todos querían usar el baño.

—Ya no aguanto, ya no aguanto —Peru daba brinquitos poniendo ambas manos en su entrepierna.

Jamaica empujó a Rusia y caminó hacia una maceta. Desde lejos podía distinguir el fuerte olor de su cigarrillo, marihuana. El jamaiquino bajo el cierre de su pantalón. El euroasiatico aparto la mirada casi inmediatamente.

—¡Jamaica, eres un genio! —Venezuela se unió a su hermano en otra maceta diferente.

—¡¿Qué creen que hacen cabrones?! ¡Mis putos nopales y mis suculentas!

México salió del baño y persiguió a sus hermanos con chancla en mano. España salía de otro baño con una bata esponjosa y una toalla envolviendo su cabellera como si se tratase de un turbante.

—Estos crios...

—По этой причине я купаюсь ночью (Por está razón me baño en las noches) —susurro por lo bajo.

Justo cuando iba al comedor a tomar su desayuno, una mano lo jaloneo un poco.

—¿A dónde crees que vas, querida? We're going to go shopping today (Hoy vamos a ir de compras) —Colombia sujetaba una cartera diminuta de color negro que hacía juego con su minifalda de cuero.

—What? But you went to the mall yesterday (¿Qué? Pero si fueron a la plaza ayer)

—Nunca es suficiente, po —Chile terminaba de ponerse un par de pendientes de plata.

—Come on, girl (Vamos, chica)

Sin darse cuenta, Rusia fue arrastrado por las hermanas de México fuera de la casa directo al carro de las latinas. En la radio sonaba una canción en español, no terminaba de entender por qué todas las melodías sonaban tan románticas en ese idioma.

—¡Weon, que no me lo creo!

—What? (¿Qué?)

—Oh, it's stupid. You'll laught about it (Oh, es estúpido. Te burlaras de ello) —las mejillas de Chile se tornaban rojas.

¿Desde cuándo se había echo tan chismoso? ¿Por qué le causaba tanta curiosidad saber por qué Chile parecía tan emocionada?

—Ya, po. Te contaré si tanto insistes.

Escucho al resto de latinas suspirar con desgana. Aquello le parecía extraño.

—Vamos, ya son miles las veces que te decimos que no te conviene —Guatemala rodaba los ojos.

—¡Calla!

—Ademas, ¿qué tienen en común ustedes? Ni se han dirigido la palabra —Colombia hizo sonar el claxon de su carro—. ¡Maldito malparido! ¡Las direccionales no están de adorno!

—Bueno, a ambos nos gusta el cine, la comida italiana, las artes...

Rusia le dirigió una mirada confundida, realmente no sabía de quién estaba hablando. ¿Era un país? ¿Un civil? ¿Algún político? Chile no tardo mucho en notar su expresión soltando un gritito de emoción, causando un nuevo suspiro en sus hermanas.