Community; Daryl Dixon.

59.- Felicidad II

Continuación del capítulo anterior.
Advertencia de contenido explícito.

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En un movimiento me toma por debajo de las rodillas y me carga tal como lo hizo esta mañana, sube las escaleras y camina conmigo hasta que llega a nuestra celda.

No pasa mucho tiempo, apenas cruzamos el marco de la celda, me baja y comienzan los besos, deseosos, calientes que sofocan el aire, mis manos bajan hasta el inicio de mi camisa, desesperada por quitarme el calor y sentir la frescura, me desnudo, dejando a la vista mis senos, mi piel que hierve y que sólo se calienta más ante el toque de Daryl.

Me mira con determinación, pero también puedo notar la valentía, porque no importa las veces que lo he visto o tocado, el desnudarlo no sólo consiste en remover una prenda, paso saliva cuando mis manos sujetan la tela de su camisa, no hay palabras que se deban agregar. Al ver el permiso dibujado en su sonrisa mi corazón aletea y me permito avanzar, subiendo la prenda hasta que pasa su cabeza y la tiró a un lado, toma mis manos y las guía a su espalda desnuda, cerrándonos en un abrazo.

Recorro las cicatrices, no hay sobresaltos o suspiros, vuelvo a descubrir la suave piel que hay entre sus cicatrices, el vello ligero de su espalda y los huesos de sus escápulas que apenas sobresalen, aquellos que mencionan, son los restos que quedan de nuestras alas.

ㅡ Mujer celosa ㅡ susurra cerca de mi oído y baja hasta mi cuello donde deposita una mordida que luego besa ㅡ sólo soy de ti.

El delirio que me provoca escuchar eso, me hace regresar la mordida, hincar mis dientes en su hombro apenas hago una ligera presión, para terminar besando la zona herida.

ㅡ Y yo de tí ㅡ susurro en su oído, mientras acaricio su espalda sin miramientos, sin detenerme, sin darle oportunidad a que los recuerdos lo atormenten, me toma en el aire y subo mis piernas para enroscarme en su cintura, lo siguiente que siento es el frio de la pared que me hace arquear la espalda, valiéndose de mi posición lleva sus labios húmedos y cálidos, a mis areolas lamiéndolas ㅡ Daryl

Al primer gemido que sale de mi boca sus manos en mi espalda me empujan hacia él, sirviéndose como un banquete mis pechos que estimula con su lengua.

Succiona tan fuerte, pero el dolor se sólo es un aliciente del placer, siendo tan excitante sin perder lo dulce, en el beso que deja después de magullar el pezón en turno, el dolor y el deseo se vuelven incapaces de controlar, sujeto su cabello tratando de no perderme en ese placer, subiendo su rostro hasta el mío, besándolo, tomándome el tiempo para disfrutar de su boca, de sus ojos perdidos como los míos en el calor de la ola de excitación que al final ha terminado por tumbarnos en la arena.

ㅡ Bájame ㅡ pido con mi respiración agitada, apenas con un hilo de voz, me hace caso, pero no quita el contacto con mi piel, coloco mis manos en su pecho, teniendo entre mis dedos el ligero vello que nace ahí, los músculos que oculta, forman un camino por su piel, siento su mirada en mí, me observa mientras yo me deleito de sentir y ver su cuerpo, mis manos recorren su abdomen, hasta terminar en el botón de su pantalón, antes de bajar el cierre subo la mirada, sus ojos ya me esperan, con el permiso de seguir, con el deseo notorio, con la excitación brillando en el azul.

Bajo el pantalón, la tela es tan dócil que cae hasta sus tobillos mostrándome en un segundo lo duro que está, la excitación ajena me provoca soltar ligeros hilos de humedad que se cuelan entre mi pliegues, puedo sentir lo mojada que estoy.

Sin pedir permiso, como un efecto de la niebla que poco a poco está cegando mi lógica y mis pensamientos, llevo mi mano, hasta tomarlo, Daryl cierra los ojos y aprovecho para besar su pecho, subiendo con un camino de besos por su cuello hasta su boca, mientras mi mano esta inmóvil.