true alpha

31

—¿QUÉ? ¿CUÁNDO?—grité.

—Nos enteramos ahora cuando escuchamos a Maren en la tienda de vestidos—me explicó Wen, y al ver mi cara de confusión fue tan amable de añadir:—Maren es la Omega de Dane, el hermano de nuestro Alpha.

Asentí, cierto, los hermanos de Krayev si usaban sus nombres, ninguno era tan poderoso en magia y energía como Jace, eran más bien políticos así que no importaba dar sus nombres, sin embargo eran gente de temer igualmente.

Lo que si nunca había escuchado era el nombre de alguna de sus omegas.

La boca me supo a sal de repente, la razón por la que no había escuchado de Maren, o de la Omega de su otro hermano es que simplemente no importábamos.

Pude recordar lo que me había dicho un beta sobre las Omegas hace rato. No son mas que un par de tetas sin nombre.

—Maren pareció no darse cuenta de que estábamos allí—continuó Wen—así que escuchamos como le contaba a la vendedora que necesitaba su mejor vestido en tres días, porque su Alpha volvía a casa al fin, y recibirían a su nueva hermana.

Dios mío, iba a desmayarme. EN TAN SOLO TRES DÍAS.

—¿Que hacemos?—Le pregunté a Jace nerviosa. Aún no contábamos con el respaldo de nadie y en tres días...

—Hay que realizar la ceremonia oficial.

Nos quedamos todos de hielo, incluida yo. Y es que, la solución no había venido de mi Alpha, ni de ninguno de los de su manada.

Había venido de mi madre.

Mamá y Claire entraron en la habitación con la cabeza en alto y la mirada seria. Sin ser llamadas.

Mamá usualmente habría estado totalmente en contra de que las omegas se presentaran frente a la manada de sus Alpha sin ser llamada, y habría estado todavía más en contra de que estuvieran participando en la discusión.

Todos volteamos a ver a Krayev, pero él solo asintió en dirección a mi madre.

—Es un buen plan—aceptó.

¿En serio, lo es?

—¿En serio? ¿Lo es?—preguntó Leah, vociferando mi pregunta.

Krayev se giró hacia ella.

—Sé que te opondrás, por eso no te lo preguntaré—decretó con firmeza—si Dane viene hasta acá no es para una cálida reunión familiar, viene aquí para castigar a Hazel y así castigarme a mí. No soportará que finalmente sea un Alpha con Omega.

Leah parecía querer protestar pero cerró la boca y se giró hacia Liam para murmurar algo, pero este tenía su atención fija en...Claire.

mmm.

—Pero solo tenemos tres días, es imposible—apunté, mirando a mamá.

Para mi sorpresa, ella hizo algo que nunca pero nunca jamás había hecho antes.

Me sonrió.

O bueno, lo intentó.

—Nada es imposible para las Leanna—dijo con orgullo—invitare a todos los que conozca, y lo siento mucho por ti Krayev, esto manchará un poco tu imagen, pero tendrá que llevarse acabo en mi mansión.

No era lo usual pero....ese lugar estaba siempre totalmente listo para recibir a una multitud.

Jace pareció pensar lo mismo.

—Es lo único que podría salvarnos, no importa mi imagen ahora—accedió—pero, ¿Realmente puede lograrlo?

—Sí—respondió mamá, sin ninguna duda—para pasado mañana podrá llevarse todo a cabo. Hazel, Claire y tú pueden ocuparse de detalles como su roba y los anillos, los demás miembros de tu manada deberán ayudarme con...

Mamá no pudo terminar de hablar porque en ese momento Leah bufó, me giré para encontrarla poniendo los ojos en blanco.

—Genial, lo que faltaba, ahora recibimos órdenes de una omega. No soporto este chiste.

Esta idiota.

—La puerta está abierta—gruñí antes de poder detenerme—si esto te parece ridículo e insoportable, entonces lárgate. Nadie te detendrá, pero no interfieras.

Leah se puso de pie en un salto y creo que habría ido contra mí de no ser por Wen y Liam.

—¡Tu no eres nadie para largarme, Hazel Leanna! Me iré solo y cuando mi Alpha lo pida—desafío.

—ESTA ES MI CASA—grité, y me sorprendió lo fuerte que sonó mi voz—Y PUEDO SACAR DE AQUÍ A QUIÉN YO QUIERA.

Espere a que Leah me saltara al cuello, o a que Krayev me riñera, pero pasó lo más extraño, los demás a mi alrededor solo...retrocedieron...

Otra vez podía sentir aquel olor extraño.

—Basta—ordenó Krayev con la voz firme, pero se veía algo perturbado—no hay tiempo para esto. Haremos lo que la madre de Hazel dice y se acabó. Hazel, Claire, vengan conmigo. Ahora.

—Como ordene—respondieron Wen, Arran y Liam de inmediato, pero Leah solo se nos quedó viendo.

Nos miró incluso mientras nos poníamos nuestros abrigos y salíamos a la calle, y tengo que admitirlo...

Nunca había sentido un odio tan ardiente.

—¿Está bien que nos vean juntos así?—preguntamos Claire y yo al unísono.

Jace se giró hacia nosotras y sonrió un poco.

—A veces parecen gemelas—comentó divertido, pero luego su expresión volvió a ponerse seria—y no se preocupen por eso, lo peor es que Dane lo supiera, y si él lo sabe será cuestión de tiempo para que lo sepa mi tío, sino es que se ha enterado ya. Su madre ahora está avisándole a todos.

—Pero...—Claire y yo estábamos casi corriendo para mantenernos a su paso—¿No puede arrestarme ahora?

—No lo hará—aseguró Jace—no quedará en ridículo frente a los demás, no ahora que tu madre está invitando, esperara hasta la ceremonia oficial para levantarte cargos, estoy seguro.

—¿Por qué? ¿Qué diferencia hay?—le preguntó Claire.

—Si lo hace ahora se vería como si me desafiara a mí,—explicó—en cambio, si espera hasta la ceremonia puede fingir que alguien más presentó el cargo y él no tuvo más que aceptarlo. Se que no ko creerán pero incluso entro los Alphas, a veces toca fingir ser perfecto. Mi tío es nuestro líder, quiere quedar como alguien bondadoso pero firme, alguien que le da oportunidad a los demás de enfrentar sus errores con justicia, aunque este juicio ya está arreglado.

—¿Y cómo ganáremos entonces?—mi hermana estaba realmente preocupada.

—Diré que Hazel y yo nunca estuvimos realmente separados, que yo le pedí que fuera al mundo humano porque necesitaba su ayuda con una misión—le explicó a Claire lo que ya me había explicado a mí—no será fácil convencerlos pero tenemos mucho de nuestra parte.

Su reputación y el hecho de que ya estaba marcada, eso, ese hecho nos ayudaría muchísimo. Cuando entrará allí con el olor de su marca encima incluso antes de nuestra noche de unión todo quedaría más creíble, teníamos que tener fe en esto. Tenian que creernos.

Jace no habló de la marca en voz alta pero Claire lo entendió al toque y pude ver como se relajaba un poco.

—Eso ayudará—aceptó.

—Aún así, no hay que bajar la guardia. Debemos parecer todos más unidos que nunca.

Claire y yo asentimos mientras estábamos cada vez más cerca de la plaza.

Cada vez más cerca del mundo que había dejado atrás....

Y al que había jurado no regresar.