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Abrí los ojos a tiempo de ver como Krayev le soltaba el brazo sin más, incluso con suavidad, pero mamá había retrocedido como si él la hubiese empujado.

—No creas que puedes amenazarme—dijo, sorprendiéndome, pero su voz era baja y temblorosa, no faltaba poco para que se quebrara.

Yo lo sabía, y Krayev también.

Al fin y al cabo era solo una Omega.

—No creo que puedo. Estoy seguro—sentenció—no toleraré este tipo de tonterías en mi casa.

Mamá lo miró asustada, Krayev ni siquiera había alzado la voz, pero ella ya había pasado su vida entera con un alpha, y sabía que no era bueno discutir.

Aún así, me sorprendió que no se disculpara con él.

—No debimos venir—fue todo lo que dijo, y tomó a mi hermana por el brazo—vámonos, Claire.

Aquello me hizo ponerme en marcha nuevamente. NO.

Claire no, no ahora que la acababa de recuperar.

—No, pasen la noche aquí—dije, muy a mi pesar.

No quería que mi madre estuviera aquí, pero Claire...quería a Claire conmigo todo lo posible, tenía muchas cosas de las que hablar, mucho que preguntar...

—Ya estuvimos aquí demasiado tiempo—sentenció mamá, frunciendo el ceño—quítate, Hazel. Quiero irme a casa.

—¡Pues vete tú!—grité, en un desesperado intento—Y deja que Claire se quede, a Krayev no le molestará.

No tenía idea de si aquello era cierto, pero quería a Claire conmigo, la quería tanto que incluso pelearía con él si hiciera falta.

Pero al parecer no hizo falta, porque cuando volteé a verlo, a pesar de no decir nada, parecía aprobar la decisión.

Mamá fruncio incluso más el ceño, si no fuera una omega tendría unas arrugas terribles.

—Claire todavía está bajo mi cargo, yo decido a donde irá y cuando lo hará, y nos vamos—dijo sin más.

Era cierto, y lo odiaba. Si ella no accedía, no podía hacer nada, como siempre, aún siendo adulta, aún después de todo lo que hice, nunca tenía el poder suficiente para obtener lo que quería, y aquello me sofocaba, lo odiaba.

De pronto volví a sentir esa presencia, ese olor tan peculiar que no podía identificar. Mamá y Claire se tensaron de inmediato.

—Quédense—casi ordenó Krayev—pese a este incidente, no puedo dejar que la familia de mi Omega se vaya así sin más, hablaría mal de mi familia y por extensión de la suya.

Creo que a mamá no le habría importado aquello, ya sentía que yo le había hecho un daño irreparable a la reputación de nuestra familia, pero el aire era tan pesado, se sentía tanto la presión.

—Está bien, nos quedamos—había accedido sin remedio, llevándose una mano a la cabeza.

¿Qué mierdas había sido eso? ¿Krayev? Sabía que los Alphas tenían poder en sus órdenes, pero sus palabras no habían parecido una orden como para que lo sintiéramos de esta forma.

Debía ser un Alpha más poderoso de lo que creía, tragué con fuerza.

Mi mirada se deslizó un momento hacia Krayev, aunque estaba aterrorizada por lo que había hecho, sabía que había sido para ayudarme, así que quería que supiese que estaba agradecida.

Me sorprendió encontrarme con una mirada tan sorprendida como la mía.


Poniendo atrás todo lo que pasó, le había pedido a Krayev que indicara una habitación para Claire y otra para mi madre, y le había encargado a Sophie y a Blue preparar todo para la comida, que sería dentro de unas horas.

true alphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora