La trama sigue a Victoria Walker, una joven luchando contra la esquizofrenia, cuya vida da un giro al desaparecer su padre, el detective Jules Miller. Su familia se muda a Moonlitgh, un pueblo aparentemente tranquilo lleno de secretos oscuros. Victo...
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''Y siendo Joven y sumergido en la locura , me enamore de la melancolía''
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–Nací mucho antes que tú, incluso antes que Sophie y John. Mamá era joven en aquellos tiempos y le encantaba divertirse, pero tenía a ese novio que la limitaba. ¿Sabes de quién hablo, verdad? Jules, tú padre. – Explicaba Liam, sentado al otro extremo de la mesa del balcón, desvió la mirada hacia Timothee, quien observaba atentamente el paisaje.
–¿Como que mi padre? ¿Acaso Jules no es tu padre también? –pregunté.
—Él no es mi padre —respondió Liam.
—Si no es él, ¿quién es? —inquirí.
Liam dirigió sus ojos hacia Timothee.
—No me mires a mí, yo nací en mil novecientos noventa y ocho, es imposible que estuviera con tu madre —contestó Timothee.
—¿Tienes solo 22 años? Y apenas vas a entrar a la universidad —pregunté sorprendida.
—Así es, la educación funciona de manera distinta en este lugar, y no tengo intenciones de ir a ninguna universidad. Mi padre es el Sheriff, ¿qué futuro crees que me espera? —respondió Timothee.
—Este pueblo es muy extraño... —insistí.
En ese momento, Timothee se acercó a Liam, se agachó y lo miró directamente a los ojos.
—Alex Carter es mi padre —dijo Liam.
—¡¿Qué?! Pero has dicho que mi madre ya estaba con mi padre... —respondí, conmocionada.
—También mencioné que le gustaba divertirse, pero no tenía nada que ver en ese entonces. Al paso de los meses, la situación se volvió cada vez más evidente, y cuando la abuela se enteró, se enfureció muchísimo. Aun así, cuando nací, me querían. A pesar de todo, Jules amaba a Mariah y trataba de hacerla feliz, pero para ella solo había un hombre en este mundo... Alex. Y cuando Jules se enteró... me golpeaba constantemente. Las peleas no cesaban, hasta que un día me defendí y salí corriendo. Mi madre llegó justo en ese instante... en el instante que caí del segundo piso... y...– su voz se entrecortó como si las palabras le costaran salir.
