La trama sigue a Victoria Walker, una joven luchando contra la esquizofrenia, cuya vida da un giro al desaparecer su padre, el detective Jules Miller. Su familia se muda a Moonlitgh, un pueblo aparentemente tranquilo lleno de secretos oscuros. Victo...
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"El terror de mis relatos provienen De la densa oscuridad de mi corazón."
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–He tenido un sueño... un sueño extraño... era... asfixiante y no puedo explicarlo...– Dije en un tono ligado al sufrimiento, y con una sonrisa fingida, quebrando en si, la atmósfera que anteriormente había creado con Timmy. Mientras él me besaba el cuello, debajo de aquella gran estatua de ángel con sus alas y manos extendidas, cuya lápida tenía escrito "E. Walker. Hija, madre y amiga".
–¿Cuando no son extraños los sueños de la familia Walker? –Dijo Timothee sin parar lo que estaba haciendo.
–Es que no... –encogí mis hombros, ocultando mi cuello de sus besos– no era un sueño como los que hemos tenido... yo... no tenía el control sobre este... era, tan real, y si no hubiera despertado juro que hubiera pensando que era real, aunque estuviera yo consciente quien soy ahora y dónde estoy –respondí.
–Muy bien. Chica Walker. Cuéntame, ¿que pasaba en ese sueño sin control?–Timmy se giró y apoyó su cabeza entre mis muslos, mientras cogí algunos de sus mechones entre mis dedos y traté de hacerle trenzas.
Estábamos en el cementerio Walker, a unos pocos metros de la casa, y puedo decir, que aunque las lápidas y toda la estructura desde su portón de hierro que rechinaba al abrir, las tumbas y las escrituras estaban casi hacerse polvo de lo también viejo que estaba, pero la verdad, estaba lleno de fauna, césped con un verde intenso y con flores silvestres amarillas un poco descuidadas pero eran preciosas, y el viento pasaba con serenidad y envuelto en frescura, los rayos de sol apenas empezaban a salir, atravesaban los árboles hasta llegar a nosotros.
–Me desperté... en la parte de atrás de un coche, desconcertada busque la mirada en el espejo retrovisor de quien conducía. Y a lo primero no sé porque no lo había reconocido... y menos mal que no tarde en hacerlo, era de Jules... me tomó un momento en reaccionar.
—¿Te hizo daño?—me preguntó Timmy
—No. El solo giro hacia mi y me preguntó;
–Ya te has despertado. No tardaremos en llegar. –No podía creerlo, era su voz... un tanto diferente, pero era él.
