Capítulo 20. Probablemente

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"No se trata de  la apreciación de la bellezaQue nos rodea, sino de un anhelante esfuerzo Por alcanzar  la belleza que nos trasciende"

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"No se trata de la apreciación de la belleza
Que nos rodea, sino de un anhelante esfuerzo
Por alcanzar la belleza que nos trasciende"

"No se trata de  la apreciación de la bellezaQue nos rodea, sino de un anhelante esfuerzo Por alcanzar  la belleza que nos trasciende"

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Cerca de las afueras del pueblo se encontraba el imponente laboratorio MOON. Era un edificio de grandes dimensiones, con amplios ventanales y un riguroso sistema de seguridad. En la entrada, al menos cuatro guardias custodiaban el acceso, y a lo largo del pasillo se podían ver varios más. El interior del laboratorio era completamente blanco, desde las paredes hasta los muebles y las barreras de seguridad. Esta blancura impecable recordaba a aquel lugar al que una vez me llevaron, donde todo estaba acolchado y también era blanco. El espacio era tan vasto que parecía vacío, aunque estaba lleno de personas vestidas con batas tan blancas como las paredes. No pude evitar preguntar qué hacían exactamente allí.

Un incómodo silencio se apoderó del lugar, y mis compañeros Mindy y Timmy, que iban delante de mí, se voltearon hacia mí.

- ¿He hecho una pregunta inapropiada? - pregunté, notando la evidente incomodidad que había generado.

- No lo sabemos con certeza - respondió Timmy, mirando a su alrededor como si hubiera preguntado algo de otro mundo.

Más adelante, Mindy tomó su bata y, al igual que Timmy, se colocó frente a una puerta. Luego, la puerta sacó una especie de dispositivo con una luz roja y lo acercó a su ojo derecho.

- Bienvenida, Dra. Dove - dijo el programa preinstalado en la puerta, que se abrió de par en par.

Una vez dentro, pude observar la impresionante tecnología que llenaba el laboratorio. Había microscopios de última generación, incubadoras con luces parpadeantes y una variedad de equipos que desconocía por completo. Una chica quien estaba ocupada frente a un ordenador se dirigió a nosotros al vernos.

- Hola Mindy, ¿otra vez aquí? ¿No descansas? Te fuiste a las cuatro de la mañana, hace apenas unas horas - le dijo, mirando el reloj en su muñeca.

- La ciencia nunca descansa - respondió Mindy, apartándola para tomar su lugar frente al ordenador.

CREATE. El Pantano de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora