Fernando y yo subimos al avión. Nos sentamos y a los minutos estamos ya en el aire. Nos quitamos los cinturones y el piloto me acerca una botella de agua.
—¿Te sientes mejor? —pregunta Fernando.
—Sí —acepto la botella y la abro—. Creo que mi estómago ya soporta mejor la comida.
—Intentaré hablar con los del restaurante.
—No, Fernando —niega—. Y te dije que no pasaba nada. Fue un error, estaban hasta arriba. No pasa nada.
—Adelina, llevas dos días mal del estómago, cuando claramente dijimos que tu comida debía ser sin especias. Es culpa del restaurante.
—Lo es, pero se encontraban hasta arriba, un traspiés lo tiene cualquiera. No quiero decir nada. No pasa nada.
—Está bien —Fernando se da por vencido—. Vale.
—Todo está mejor ahora, cariño —pongo mi mano en su mejilla y la acaricio—. ¿Por qué no mejor nos centramos en tu séptima posición?
—Podría haber quedado mejor, pero estoy satisfecho —el piloto sonríe—. La verdad es que estoy teniendo buena racha.
—A ver como finalizas la temporada.
—Tengo buenas sensaciones con Alpine —agarra mi mano y me mira con una sonrisa—. A pesar de lo que digas.
—Si estás contento no seré yo quién te diga lo contrario.
—Debo estar contento, ¿no?
—Claro —asiento con la cabeza—. Sabes que yo te voy a apoyar siempre, pero puedo dar mi opinión.
—Lo sé —asiente.
El piloto me da un beso en la sien y le dedico una sonrisa, me mira unos segundos y una pequeña sonrisa se empieza a formar en su rostro.
—Te quiero, Lina —susurra.
—Y yo —entrelazo mis dedos con los de Fernando.
Saco el libro del bolso y me pongo a leer mientras Fernando se centra en ver las redes sociales o respondiendo algunos correos. Al cabo de dos horas, estamos aterrizando en el aeropuerto de Oviedo. Bajamos del avión y vamos a buscar las maletas. Intentando salir del aeropuerto, reconocen a Fernando, por lo que tenemos que apresurarnos para salir. Tardamos un poco, pero llegamos al parking donde un chico nos da las llaves del Renault Espace del piloto.
—Joder —se queja Fernando—. Lo siento muchísimo, Lina —se disculpa Fernando una vez que estamos resguardados en el coche.
—No tienes por qué disculparte, Fernando —lo miro—. Es el precio a pagar por ser famoso.
—Ya lo sé —asiente con la cabeza—, pero a veces no me acostumbro a que me reconozcan, que a la mínima me reconocen y me es imposible hacer mi vida.
—No me molesta que te reconozcan, Fernando. Siempre y cuando no se vuelvan a entrometer en mi vida como la otra vez, puedo soportarlo.
—Eso se dice al principio, pero luego...
—¿Temes que me vaya por la presión que conlleva estar contigo? —giro mi rostro para mirar al piloto.
—¿Siendo sincero? —me mira unos segundos—. Sí. Se que estar conmigo puede ser complicado porque me paso mucho tiempo viajando y los periodistas están siempre detrás de mí. Entendería que en algún momento te cansases de eso y me dejaras.
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𝐎𝐍𝐒𝐑𝐀 | 𝐅𝐄𝐑𝐍𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐀𝐋𝐎𝐍𝐒𝐎
FanficOnsra, en el lenguaje Boro de la India, se dice sobre esa sensación agridulce de amar por última vez. En otras palabras, el sentimiento que tienes cuando sabes que el amor no durará. Inicio: 9/5/23 Fin: 11/11/23