Me aliso los pantalones y me coloco mejor los puños del blazer. Fernando aparece por una esquina del espejo vistiendo una camisa blanca con los dos primeros botones desabrochados junto con un blazer azul oscuro y unos pantalones a juego.
—Todo va a salir bien, Adelina —me asegura mientras se acerca a mí a la vez que me besa en la nuca.
—¿Y si no? —lo miro a través del espejo.
—Pues tendremos que aceptarlo.
Me giro para quedar cara a cara con él. Acaricio su mejilla, pero él gira su rostro para darme un beso en la palma de la mano.
—Todo va a ir bien, cariño —asegura intentando sonar convincente—. Tenemos todo de nuestra parte. Diego me ha dicho que incluso el abogado de Oriol sabe que no pueden hacer nada, pero está en su pleno derecho de defenderse.
—No me aterra del todo el resultado del juicio, Fernando.
—Lo sé —asiente con la cabeza—. Pero vamos a estar juntos en esto. No voy a separarme de ti en ningún momento.
—No sé que haría sin ti.
—Ya se que no puedes hacer nada sin estar yo presente —comenta de forma chulesca.
—¿Pretendes subirte el ego?
Acaricio su pecho por encima de la tela de la camisa y lo miro con una pequeña sonrisa en el rostro.
—Ya sabes que me gusta.
Le doy un pequeño beso en los labios.
—Todo va a ir bien, Lina —susurra.
Fernando me mira y eso me tranquiliza a pesar de que se encuentra tan asustado como yo. Salimos de la habitación, recogemos las cosas para después salir del apartamento y coger el coche e ir hacia los juzgados. Según nos vamos acercando siento como mi corazón late con fuerza. Fernando parece notarlo pues me agarra de la mano y no la suelta en todo el trayecto.
Al llegar, Fernando se apresura a abrirme la puerta. El piloto se abrocha el primer botón de la chaqueta y me da la mano para después entrelazar nuestros dedos. Nos abrimos paso entre los periodistas ya que ha corrido como la pólvora la noticia de que el piloto de Fórmula Uno se encuentra metido en un juicio, aunque sea por parte de su pareja.
—Tengo ganas de vomitar —me llevo una mano al vientre.
—Vamos a buscar un baño.
Fernando me ayuda a buscar un baño y deja que entre. Corro hasta uno de los cubículos y vomito. Tardo unos segundos en recuperarme, pero finalmente me recompongo y tiro de la cisterna. Al salir del baño, Fernando sigue esperándome.
—¿Mejor? —pregunta.
—No lo sé.
El piloto acaricia mis brazos con delicadeza mientras me mira fijamente. En sus ojos avellana puedo vislumbrar cierto miedo. Me percato en que aprieta un poco la mandíbula y deja escapar un suspiro.
—Ese hijo de puta...—masculla.
En ese momento, mis padres llegan acompañados de mis amigas. Ellos también son testigos de todo ya que han formado parte de los momentos en los que Oriol nos ha amenazado a Fernando y a mí. Lo que más llama mi atención es ver llegar a Vettel acompañado de Carlos y Hamilton.
—¿Qué? —Fernando me mira—. ¿No sabías que ellos venían?
—No.
—Estuvieron presentes cuando me pegó en Barcelona —responde el piloto—. Mario ha creído que podían ser una buena defensa a nuestro favor.
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𝐎𝐍𝐒𝐑𝐀 | 𝐅𝐄𝐑𝐍𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐀𝐋𝐎𝐍𝐒𝐎
FanficOnsra, en el lenguaje Boro de la India, se dice sobre esa sensación agridulce de amar por última vez. En otras palabras, el sentimiento que tienes cuando sabes que el amor no durará. Inicio: 9/5/23 Fin: 11/11/23