"Ella será mía, cueste lo que cueste".
Kylie Watson tiene una meta en su vida: estudiar en una de las mejores universidad en su país, siendo una becada.
Ella tratará de pasar desapercibida y alejarse lo más posible de los problemas, pero eso cambia...
—Abu, ni siquiera he entrado —repliqué y ella rió a través del teléfono.
—Vamos, Kylie. Deben de haber muchos chicos guapos —rodé los ojos, mientras entro al edificio donde son las habitaciones.
—Tengo que colgar, abue. Te quiero mucho —la voz se me quiebra cuando hablo con ella.
—Yo también te quiero, mi niñita. También tengo que colgar, sabes que aquí no me dejan tanto —contuve las ganas de llorar.
—Lo sé, abue. Cuídate, ¿si? —pedí y ella suspiró.
—Está bien. Que tengas un gran semestre, mi niña —sonreí un poco.
—Gracias —ella colgó.
Veo a muchos alumnos que me miran raro. Bufé y guardé mi celular en el bolsillo de mi chaqueta. Saqué el papelito donde está la información y suspiré.
Tomé mi maleta y subí las escaleras como pude, esto pesa demasiado. Un chico de segundo año muy lindo me ayudó a subirla y le agradecí. Se fue apenas terminó de ayudarme.
Saqué las llaves de mi habitación y miré la puerta. Esta es la habitación que me dieron con la beca.
Vamos, Kylie. Esto es una gran oportunidad para ti. No la desperdicies, tonta.
Tomé una bocana de aire y abrí la puerta, cuando entré, me quedé quieta viendo la habitación. La tengo que compartir con una compañera pero no está aquí.
La verdad la habitación es muy linda, es acogedora y me encanta que sea así.
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