🏈Capítulo 34🏈

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Saber perdonar

Kylie

Sabía que él estaba hablando con Mae, supuse que no era una simple "llamada sin importancia", sino que había algo más y no me equivoqué. Cree que soy tonta, ¿no? ¿Creía qué me iba a dejar?

Travis corta la llamada y guarda su celular, mirándome.

—¿Qué fue lo qué te dije? —pude decir con seriedad.

—Debes escucharme, Hermosa...

—No. Ya te he escuchado, Travis. Me has mentido, ¿creías qué no me iba a dar de cuenta? —intentó acercarse a mi —. ¿Sabes qué? Estoy cansada, Howard. Me iré al campus, espero tengas una linda tarde. Me iré a despedir de Aurora.

Fui a la habitación nuevamente para despedirme de Aurora, pero ella ya estaba dormida. Sonreí y dejé un delicado beso sobre su sien, le doy la última mirada y vuelvo a salir. Travis me sigue, pero yo camino rápidamente al ascensor.

—Debes escucharme, Kylie. No tengo nada de con Mae, solo me está ayudando...

Me giré hacía él antes de entrar al ascensor.

—¿Ayudándote? —asiente —. ¿Y por qué aceptas su ayuda, Travis?

—Kylie...

—No, no me digas ya nada —me doy la vuelta y entro al ascensor, aprieto el botón.

—Mi vida...

—Hasta luego, Howard —las puertas se cerraron.

🏈

Tres días después.

Travis se va hoy a Chicago, no hemos hablado en estos tres días. Yo me mantuve en mis clases, lo evitaba a toda costa, ni siquiera he ido a visitar a Aurora, me siento mala persona por no hacerlo. Voy a admitir que unas cinco veces vi al castaño hablar con Mae, pegados todo el maldito tiempo. Ella se ve cambiada, pero no me importa. Estoy enojada conmigo misma en estos momentos.

Todo este mes las cosas estaban saliendo de maravilla, pero ahora siento que algo cambió y no me agrada en lo absoluto.

Me imagino que Travis ya se despidió de Hugo y Aurora en el hospital, yo debo de despedirme de él y de los chicos. Es de mala educación no hacerlo.

Me dirigí al campo, todo el equipo se encuentra allí, hablando con el entrenador Igor. Fui con Dafne porque no quería hacerlo sola, no pienso estar a solas con Travis. Al llegar, tragué grueso al verlo, sintió mi presencia porque se giró rápidamente hacía mi, su mirada se suavizó al verme caminar hasta ellos.

—¿Nos harán porras? —pregunta Asher al llegar, dramáticamente.

—Claro que si, Don mensajero —le sonreí de lado.

—¡Ay, cuánto te quiero Kylie Jenner! —se abalanza a mi para darme un fuerte abrazo, que le correspondí.

Al separarnos, Daf estaba abrazando a Levi —que se quedó paralizado por completo —, pero a la pelinegra no le importó, luego corrió hacía Asher que pegó brinquitos. Me acerco a Levi que me mira con terror.

—No me gustan los abrazos —aclara enseguida.

—Ni a mi, pero te jodes —resopló cuando lo abracé, me correspondió el abrazo después de varios segundos —. Les deseo lo mejor, estoy segura de que ganarán.

Fingiendo por tres meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora