🏈Capítulo final🏈

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Todo mejoró a bien

Kylie

Mi celular vibró en la mesita de noche que está situada al lado de mi cama, tomé el celular y contesté.

—Hola, Hugo. ¿Todo bien? —es lo primero que digo, caminando a mi pequeño escritorio donde se encuentra mi cámara.

La que Travis me regaló.

Hola, Kylie. Si, todo está bien. Cómo Travis se ha ido a Chicago, Aurora me pidió que te preguntara si podrías visitarla.

Me quedo en silencio unos segundos.

Si, Travis se fue hace dos días a Chicago. No alcancé despedirme de él, solo de los muchachos. Siento que no quiso que lo hiciera, Lev me dijo que Travis estaba insoportable, no quería hablar con nadie, solo quería irse. No voy a negar que si quería despedirme de él, me dolió no hacerlo.

Me siento mala persona por no ir a visitar a Aurora, me mantengo ocupada en ir a ver a Mae. Sigue sin despertar, no dejo de orar por ella todas las noches.

—Claro que si. Dile a Aurora que me disculpe por no ir a verla —dije en tono bajo, mirando mi cámara.

—No te sientas mal, mi hija entiende el por qué no lo has hecho. Se pondrá contenta al decirle que vendrás a verla —sonríe de lado —. Kylie, sé que las cosas entre tú y mi hijo han terminado —mi cuerpo se tensó —, sin embargo, quiero que sepas que eres bienvenida a la casa. Sigues siendo parte de la familia, Aurora te adora y, a pesar de que trabajas conmigo, yo te tengo aprecio, querida —no supe que decir —. Puedes venir a visitarnos, si quieres cuando Travis no esté para que no te sientas incómoda.

—Muchas gracias de verdad, yo también los considero parte de mi familia, Hugo —aseguré con una pequeña sonrisa, sincera.

—Entonces no se diga más. Aurora te estará esperando, querida. Ten linda tarde y te mando muchas fuerzas de que Mae despertará.

—Gracias por todo, Hugo.

Colgué luego.

Suelto un largo suspiro, Dafne entra a mi habitación.

—¿Todo bien? —pregunta cuándo nota mis ojos aguados.

—No alancé despedirme de él... y Mae no despierta —Ella me abrazó, yo me derrumbé sintiéndome en confianza.

—Mi Ky, sabes que Mae es muy fuerte y va a despertar. Solo debemos ser paciente, ¿vale? —asiento —. Y sobre Travis, podrías enviarle la fotografía que le hiciste el día de su cumpleaños como despedida —me separo de ella y la miro, incrédula.

—¿Tú crees qué le guste? —me dedica una sonrisa cálida, limpia algunas lágrimas corridas.

—Ese chico te ama, Kylie. No dudes en ello, tú solo envíale la foto, ¿de acuerdo?

—¿Me podrías ayudar con eso?

—¡Claro que si!

Travis

Dias después.

—Hay un paquete para ti, Howard —salgo de la ducha con una toalla blanca enrollada alrededor de la cintura.

Fingiendo por tres meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora