NOTA DEL AUTOR 2017-2023

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NOTA DEL AUTOR:

Hola, aquí Mishberliz o Noa, como prefieran llamarme, de acuerdo a la época. Permítanme darles una explicación del porqué no he dado señales de vida.

Empiezo con decirles que ya no soy una niña de 16, como cuando empecé a escribir esta fic. Ahora todo es diferente y les voy a hacer un resumen.

Para empezar, y como es normal, me gradué de la secundaria en 2016. Tenía 17 en aquel entonces, y tengo una muy buena anécdota de ese año, lean. En mi país, es normal llevar a los estudiantes de último curso a distintas universidades a interactuar, ver las instalaciones y, porque no, escoger una carrera universitaria. Con mi generación no fue diferente. En una universidad tomé un examen de aptitud, aquellos que según tus respuestas te muestran una tentativa de tu perfil profesional.  Y, como la mayoría de mis conocidos lo sabían, en ese entonces, mi sueño era ser escritora. Un sueño adolescente, en parte, ¿no es así?.

En fin, recuerdo que la primera vez que se lo comenté a mi familia, una tradicional y militar, se rieron de mí. Tanto que me hicieron pensar bastante, en mi contexto social-político y económico, esa no era una buena idea. Volviendo al tema del examen de aptitud, pues ¿qué creen?, sí, salió lo mismo. Que era apta para carreras universitarias sobre letras e incluso artes. Lo sabía. Pero había un problema, en realidad, había tres: mi país, mi familia y yo.  En resumen y para no alargar un drama innecesario un año después se encuentra en la universidad. En la gran facultad de Ingeniería, había rechazado una beca en otra, sobre la misma rama y era completamente infeliz. Ingeniería Química sonaba tan bien a los oídos del resto porque, ya saben, solo las personas “inteligentes” estudian eso, la misma frase tercermundista que ya estaba acostumbrada a escuchar. Aunque, no voy a negar que en verdad eran y son bastantes inteligentes, y yo también, pero en letras, ¿me doy a entender?

Era una chica “socialmente” inteligente, pero muy infeliz.
Para omitir otra parte dramática, cambié de carrera, después de exactamente un semestre de depresión y “cambios en mi vida”, puesto que decepcionarme a mi y a mi familia nunca estuvo en mis planes.  Pero aquí viene la mejor parte, cuando me cambié de carrera tuve el valor que había dejado oculto desde que me gradué.  Saltándome mucho más drama, me presenté al examen de la facultad de humanidades, lo mío. Después de mucho tiempo me sentía bien, y me sentía suficiente.  ME-SENTÍA-SUFICIENTE.

Lingüística, empecé mi carrera como lingüista. ¿Saben que hay mucha personas que no saben sobre la existencia de esa carrera?, ¿lo sabes tú?, demasiados ni siquiera saben que significa esa palabra. En corto, el estudio de la lengua. Era feliz, y lo soy.  De todas formas, era la carrera que más se acercaba a lo que yo quería, escribir. Materias como literatura inglesa y francesa  fueron las materias que me llamaron más la atención. Me enamoré de la carrera, de lo que hacía y en quien me estaba convirtiendo. Entré con todas las buenas intenciones y debo decir que lo estoy logrando.

Hoy en día me encuentro en el último año y si todo sale bien pues me titularé el año que viene. ¿Eso es bueno, no?

He olvidado una parte importante, y muy significativa. Ahora trabajo, soy encargada de MKT en una compañía de software, interesante y loco, ¿no? Aunque el ambiente laboral no es un 100, lo que hago sí.
¡Escribo! ESCRIBO PARA VIVIR. ¿No es eso maravilloso?, aunque no sean novelas pero lo hago, artículos técnicos y ¡públicos! LO ESTOY LOGRANDO.
De hecho son las 13:57 del 29 de Mayo del 2023 y estoy frente al computador de la oficina, tomando el tiempo de almuerzo para escribir esto.
(Adjunto evidencia en tiempo real)

Ahora, con respecto a esta fic en específico, aquí estoy

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Ahora, con respecto a esta fic en específico, aquí estoy. 7 años no es muy tarde ¿verdad? He leído todo de nuevo, debo confesar que, a veces me siento muy avergonzada de mi ortografía y en ciertos momentos de todo el contexto mal diseñado. Pero no me arrepiento, leerla de nuevo me hizo recordar quien era y aquí había olvidado, una que otra lágrima salió de repente, por vergüenza, risa y melancolía.  Pero  lo digo otra vez, NO ME ARREPIENTO.

Me llené de alegría al saber que aun en este año hay personas que la han leído.
Y finalmente, esta explicación es para ti. Para quien empezó a leer esto hace unas semanas, y quizá hace 7 años.
Ya no soy una niña de 17 ahora soy otra… de 24, voy a mejorarlo todo. Aquí estoy y creo firmemente que estaré aquí por mucho tiempo.
Finalmente, como solía decir y lo había olvidado.
Gracias Infinitas.

Nos vemos en el siguiente capítulo.

* Enseñame a ser feliz *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora