* Enseñame a ser feliz *

Cap. 11 " Genios"

Antes de poder entrar al aula Thomas me toma del brazo -¿Dónde pasaste la noche?- antes de responderme mire a todos lados del pasillo para ver si alguien podría vernos, pero no, estábamos los dos solos - No hay nadie, respóndeme. - yo solo lo mire - ¿con quién pasaste la noche? - el está... inquieto ¿Por qué? ¿Por qué le interesa con quien pase la noche? No quiero molestarme y mucho menos darle explicaciones, mejor cambio de tema - ¿Por qué me inscribiste? -el frunció el ceño- no me cambies de tema Fyn, estuve muy preocupado por ti.

-no tenias por que, yo esta en casa de Patrick. -sonrei-

- ¿Qué asías en casa de Patrick? -podía sentir en su tono de voz que no le gustó nada -

- ¿Por qué te pones asi? - el timbre sonó y en menos de medio segundo los pasillos empezaron a llenarse, se supone que ya no seguiríamos con ese tema, pero me jalo del brazo hasta el deposito donde el señor del servicio guarda sus cosas- ¿Qué haces? No te das cuenta de que nos pudieron haber visto? Eres imbécil?

- no respondiste a mi pregunta.

-¿y? eso no debe de interesarte! -grite, si, grite, tal vez se escuchó del otro lado, pero no me importaba ¿Quién se cree que es? - es mas yo también tengo preguntas para ti - era el lugar mas cerrado que puede existir y menos espacioso también, tal vez hay unos ¿15? ¿10? Centímetros de distancia entre nosotros jamás me había sentido asi, no se que es lo que siento, ¿nervios? ¿enojo? ....¿a...amor?. - ¿Cómo se supone que saldremos ahora? Genio?! -lo mire fijamente y el solo sonrió - deja de sonreír! - reproche

- creo que me gustas mas cuando te molestas -me quede callada, mirándolo directamente a esos hermosos y penetrantes ojos cafés, mientras la distancia se iba acortando.

-a que demonios te refieres con "me gustas más" sabes Thomas, estas enfermo y .... -no puede terminar, solo sentía sus labios tibios sobre los mios , pidiendo permiso para poder juntarnos. Me apego mas a el , lo cual agradecí ya que me gusta esta acción, sus brazos fuertes se enredaron cursándolos por mi cintura, mientras yo lo tome de la corbata y lo atraje mas a mi. De hecho yo no soy de esas chicas que hacen esto, atraer a un hombre o simplemente atarlo a mí, lo vi en una película de romance la noche pasada, por lo cual me siento bien, eres una genia Fyn... una genia! Con movimientos lentos el recorría todo mi espalda, con esas manos tan varoniles y fuertes que con cada roce me hacían sentir.... Bien me hacían estremecer , retrocedí tratando de separarme de el pero no pude, debía respirar pero creo que no lo necesitaba, o tal vez si, pero no quería separarme de el, fue entonces cuando escuchamos la manija de la puerta sonar.