✵| Capítulo 01: Katsuki.

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Las heridas de guerra son su premio.

—Bakugou Katsuki.

··——··——··

—¡Solo uno más, ya lo tienes! —Escuchó a sus espaldas con la voz ronca de su amigo animándolo, sus puños ensangrentados, la euforia de los presentes, la nariz casi rota del chico frente a él, sí; ya lo tenía. Era suyo.

Un golpe más y esa pelea sería suya junto con todo el dinero de las apuestas, tendría suficiente para sobrevivir una vez más. Lo conseguiría. El sudor en su frente escurrió cuando se agachó y con el puño cerrado conectó un golpe directo a las costillas del chico escuchó el crujido y como se dobló por el impacto un quejido sumado a la sangre, una sonrisa socarrona surcó en sus labios, se irguió preparándose para el siguiente golpe.

«Uno más.»

Pensó con la agitación en su pecho y el calor del momento recorriendo toda su piel, se acercó con pasos certeros conectando otro golpe en la quijada del otro derribándolo con la sangre escurriendo, los gritos salvajes y las porras lo siguieron hasta que encontró a Eijirou entre la multitud la gente lo vio como un Dios y el dinero llenó sus bolsillos.

—¡Joder hombre, lo hiciste pedazos! —Felicitó el pelirrojo dándole una toalla para secar su sudor y la poca sangre en su boca que el otro a duras penas logró sacarle.

—¡Por supuesto! —Afirmó con una sonrisa llena de burla, el pelirrojo solo suspiró ambos caminando para salir de la bodega donde hacían sus peleas clandestinas.

Eijirou le dio un vistazo a su amigo y silbó.

—¡Hombre, te ves tan masculino!

Comentó, los rubíes de Katsuki se voltearon a verlo con el brillo de peligro en su mirada, su cuello se tensó al igual que los músculos de este, sus anchos hombros solo cubiertos por la playera sin mangas negra que siempre cargaba mostraban lo trabajado de sus brazos, toda la extensión hasta la mano se veía fuerte y peligrosa, más con esa sangre seca que cargaba. El cuerpo robusto de Katsuki era casi indescriptible bien trabajado, cuidado con dietas y mucho trabajo de GYM, sumado a sus clases de defensa personal y artes marciales mixtas, era un hombre de armas tomar. No por nada trabajó antes con guardia de seguridad en dos antros muy peligrosos de la ciudad.

—¿Qué demonios estás viendo Kirimbécil? —Cuestionó secando su cabeza, el otro rió por la reacción de su amigo.

—Nada hombre, solo digo... es un comentario. —Sonrió con esos dientes puntiagudos y Katsuki suspiró.

—¿Cuánto gané esta noche? —Preguntó, el pelirrojo negó.

—No te diré, estamos en la calle ¿y si nos asaltan? —Dijo con un poco de temor esa era una zona muy peligrosa de la ciudad, mucha gente robaba por ahí, Katsuki puso los ojos en blanco.

—¿Tú crees que un idiota se atrevería a robarme a mí? —La ironía hizo que el otro se callara y que quedara pensativo, negó en cuando cayó en cuenta de con quien hablaba.

—Tienes razón... —Murmuró en un semblante pensativo.

—Siempre la tengo. —Aceptó el rubio, Kirishima solo le siguió el paso, aunque Katsuki insistiera prefería guardarse el dato para cuando estuvieran en casa a salvo, no dudaba de las habilidades del rubio, pero que tal un diez o cien contra uno.

No. Prefería llegar a casa y decirle.

Subieron al auto viejo que perteneció al padre del cenizo y se metió un cigarro a la boca, Eijirou hizo una mueca cuando el otro soltó el humo dentro del vehículo.

You and Me ✵ BKTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora