✵| Capítulo 24: Katsuki.

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Eres todo lo que siempre quise y no planeo perderte.

—Bakugou Katsuki.

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La sorpresa junto al asombro e incluso la inquietud son emociones que todo ser humano vive con mucha más frecuencia de la que debería, no son las emociones más agradables en la mayoría de los casos sino que terminan por agobiar nuestro corazón hasta que hallamos la resolución a nuestro malestar que generalmente es ocasionado por el miedo.

Tampoco es agradable estar asustado aunque forma parte del asombro la situación lo hace tomarse de diferentes maneras a veces hasta es agradable estar asustado porque te estás preparando para algo —tal vez un regalo de cumpleaños— y es la expectativa la que te mantiene al borde del asiento.

Pero Kirishima sentía esas emociones de manera menos afable, incluso tenía un malestar en el pecho estaba oprimido y la respiración se le era complicada, su ritmo cardíaco iba más allá se lo saludable y mientras conducía el pánico longobernaba con pensamientos destructivos sobre la salud de Katsuki.

—Tranquilízate Kirishima, así no vamos a ayudar en nada. —La castaña sobó su antebrazo con serenidad, pese a ser su primo ella notaba el apego de Katsuki y Kirishima.

—Lo sé, pero es mi hermano y si le ocurre algo como lo que le pasó antes no podría...

Recordó cómo reaccionó la primera vez que tuvo su cicatriz del alma y sobre todo la sensación de impotencia al ver a Katsuki convulsionarse sin que pudiera hacer más que observar, lo vió casi morir de camino al hospital y rezó toda la noche cuando su amigo sufrió en ese lapso de horas que para él fueron una eternidad.

Katsuki casi murió en la calle, si no hubiera estado ahí seguramente su historia sería diferente, para ambos en realidad. Quién sabe cuántas cosas hubieran cambiado si él no estuviera ahí.

Prefirió no seguir pensando en un mundo sin Katsuki porque era un final funesto para su propia historia.

Divisó el hospital a pocos metros de él y sin concebirlo soltó un suspiro haciendo que su pecho se relajara mínimamente también sintió el apoyo de la castaña por medio de un apretón de manos, su pulgar acarició con ternura el dorso de su mano y agradeció la compañía de Ochaco en esos momentos.

Porque estando solo se desmoronaría al ver a su familia allí otra vez.

Los pasos hacia la recepción fueron pesados, había un eco de sirenas de ambulancia rellenando el aire también algunos sollozos y rezos acompañando el aura fúnebre del hospital.

Eijirou ralentizó su paso siendo empujado por Ochaco, debía tener el coraje de avanzar aún si tenía miedo, ella lo guió hasta la recepción donde pudieron averiguar de Katsuki y la habitación dónde estaba, segundos casi minutos después estuvieron frente a la puerta de su habitación había un aura de desolación en el pasillo, extraño y solo porque no había ningún familiar del cenizo ahí, hasta ahora que Eijirou y Ochaco estaban preparados para verlo.

Abrieron la puerta con lentitud si Katsuki estaba dormido lo dejarían así y hablarían sólo cuando estuviese despierto. Con cautela Eijirou y Ochaco entraron encontrándose con que el cenizo ya estaba despierto y no solo eso sino que se removía en su cama tratando de sacarse del suero.

Tenía una expresión fúnebre de pocos amigos, su humor de perros se notaba con solo respirar del aire.

—¿Bakugou? —Llamó su voz saliendo trémula, algo dudosa de entrar sin anunciarse como solía ser su costumbre en el trabajo, el cenizo se irguió en su sitio mirando de soslayo la entrada.

You and Me ✵ BKTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora