✵| Capítulo 11: Shouto.

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Tengo miedo de lo que siento y de cuanto puedo arruinar por esto.

—Todoroki Shouto.

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Dejó las cosas a medio resolver con Bakugou de alguna manera no quería estar mal con su escolta, a él debía confiarle la vida y si no hablaban podían pasar por alto algunos detalles y eso no quería el bicolor. Confiaba en que Katsuki sabría hacer su trabajo y que lo respetaría hasta el final por eso debían estar en buenos términos.

Ya habría otro momento para cerrar correctamente el tema, ahora lo único que le importaba era llegar al hospital lo más pronto posible, no sabía la gravedad del atentado más allá de que fue en el edificio de su padre ¿Qué hacía Natsuo a las dos de la mañana en la oficina? Seguro que los criminales aprovecharon eso para atacar cuando no había más seguridad que su escolta y un guardia.

La gente que provocaba los atentados no eran idiotas, buscaban el mejor momento para atacar. Cuando estaban solos y vulnerables en la noche sin nadie cerca que pudiera ayudarlos o cuando apenas formaban un lazo de confianza con una persona e iban detrás de ellos sin importarles a quien dañaban.

Seguro eso estaba en la cabeza de Natsuo, estaba solo en el edificio cuando no debería estar ahí, que tan imprudente fue para que los atacantes se aprovecharan de eso.

Shouto comprendió muy rápido su propio pensamiento, él había pasado en carne y hueso estar al filo de la muerte como las luces se apagaban y predominaba el dolor, el miedo, la desesperación, todas esas ideas corrosivas llenaban la cabeza del heterocromático.

¿Qué sentirá su hermano ahora?

«¿Por qué pasó esto?» «¿Qué hice?» «¿Voy a morir?»

Esas cavilaciones llegaron a su cabeza como una flecha al blanco, sí él fue capaz de pensar en ello, ¿Natsuo era capaz de si quería pensarlo? Tal vez incluso ni siquiera estaba despierto.

Temió, el sentimiento lo embargó de pies de cabeza, al pensar en no tener a su hermano en el mundo cuando apenas estaban construyendo una relación. No, no podía perderlo.

Ese mundo no podía ser tan cruel para quitarle a otra persona importante en su vida. No porque alguien lo planeó, no quería vivir atemorizado y no quería esa vida para su familia; eso no era vida.

—¿Podemos ir más rápido? —Preguntó al cenizo, éste se limitó a conducir.

—Es de noche si un policía nos ve conduciendo como locos, nos detendrán. —Explicó al menor.

—Es una emergencia, Bakugou. —El rubio asintió.

—Lo sé, pero debes entender que además de ser peligroso podrían estar planificando atacarlos otra vez ahora que están alterados, yo debo cuidarte. —Declaró—. Tú eres mi prioridad.

Katsuki no sabía de dónde salía el coraje para decirle eso a Shouto a cada instante sin sentir vergüenza o miedo —porque nunca dudaba—. Shouto si era una tempestad en su vida y al mismo tiempo era todo lo que tenía que proteger, no había vacilación en sus palabras, sería capaz de decirlas otra vez y las cumpliría hasta el final.

El menor no mencionó nada —no había nada que refutar— se dejó caer en su asiento mirando el perfil de Katsuki como sus orbes ardían lentamente en busca de un camino más corto, como su entrecejo se arrugó cuando el semáforo se puso en rojo, la mandíbula tensa por la espera y aún con todos los gestos bruscos que tenía le seguía dando la paz para serenarse.

You and Me ✵ BKTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora