✵| Capítulo 07: Shouto.

568 66 4
                                    

Podemos ser nosotros mismos incluso con las personas incorrectas, y podemos ser mejores para quienes nos importan.

—Todoroki Shouto.

··——··——··

Cuando su madre murió estuvo mucho tiempo creyendo que era una terrible pesadilla y que no podría salir de ella nunca.

Pensó en ello día tras día hasta que, una vez cuando despertó luego de mucho tiempo vió la tenue luz del amanecer entrando por su ventana.

Fue tan reparador presenciar —luego de mucho tiempo hundido en la oscuridad— un espectáculo como ese, el brillo del sol entrando poco a poco por su ventanal, la calidez del alba, la luz del sol; el inicio de un nuevo día.

Ese momento le aclaró algo esencial. Así como existía el anochecer también llegaba el amanecer, a veces un poco nublado con una brisa gélida que te hacía querer no salir de cama, en otras ocasiones despejado con apenas nubes perceptibles, cálido que te despierta sudoroso en verano.

Llegaba de muchas maneras, pero siempre llegaba.

La lluvia de ayer solo dejó el rocío en las plantas, un aroma a tierra mojada y por supuesto ese mal sabor de boca que se despejaba con la brisa templada.

—Qué día tan cálido... —Musitó para sí, descubriéndose de las mantas, sus cabellos desordenados haciendo presencia en su frente tapando sus orbes.

Se estiró en su cama y el truene de sus huesos lo despabiló hasta que estuvo completamente seguro de que había amanecido un día más. Parpadeó acostumbrando sus fanales a la nueva iluminación del departamento, llevaba una semana ahí y aún la entrada de la luz era molesta en algunos aspectos

Cómo por ejemplo que siempre daba en la cara haciéndote despertar de una y otra manera, y no solo era en la habitación principal sino también en la de huéspedes y servicio.

En todas las habitaciones...

«En la de servicio...»

Shouto sopesó ese pensamiento cautelosamente, su cabeza mandaba señales a todo su cuerpo haciéndolo reaccionar. Saltó de la cama casi resbalando en el suelo, aferró sus uñas a un mueble como si su vida dependiera de ello —realmente lo era— y salió corriendo cualquier atleta olímpico envidiaría la velocidad con la que Shouto llegó a la cocina en un parpadeo.

Buscó por todos lados, no lo encontró.

«No está...» Pensó, su cabeza girando de lado a lado hasta que unos pasos apresurados lo hicieron virar a la puerta lateral de la entrada.

—¿Todoroki? —Katsuki asomó la cabeza de la puerta de servicio, tenía un pans negro y el cabello húmedo, acababa de darse una ducha.

—¿Ba-Bakugou? —Inquirió, sus duales dirigiéndose del rostro pulcro del cenizo hasta las gotas que aún resbalaban por su cuello y pectoral.

Jeanist no estaba ciego, Katsuki era jodidamente atractivo.

—¿Ocurrió algo? ¿Por qué salió así? —Katsuki acortó la distancia posicionándose en el pasillo principal, el bicolor retrocedió bastante avergonzado del pijama que traía puesto.

—No, no es que yo... ¿Dormiste bien? —Tartamudeó con una sonrisa tímida.

Katsuki boqueó, «¿Qué le pasaba? ¿Por qué salía así de la habitación? ¿Se asustó pensar que no estaba ahí?»

You and Me ✵ BKTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora