You and Me ✵ BKTD

✵| Capítulo 15: Katsuki.

❝Cada día caigo más en tus brazos y me encanta.❞

—Bakugou Katsuki.

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Generalmente la confusión no formaba parte del subconsciente de Eijirou, por lo general cuando no entendía algo preguntaba o investigaba él mismo; la ignorancia nunca fue parte de su personalidad.

Pero, aquella noche donde se enteró de que Midoriya era el alma gemela de Ochaco se quedó mudo sin ninguna palabra para articular pues era un tema demasiado delicado como para que un tercero se involucrara, después de todo fue testigo de cómo ambos sollozaban por la revelación.

No entendía si aquellas lágrimas eran de felicidad o de una profunda resignación por estar unidos a una persona que no conocían de nada. Debió ser un shock tan poderoso que cuando Izuku lo miró sollozó con tanta fuerza que sintió la necesidad de abrazarlo.

Habían creado una verdadera amistad y el cariño que le tenía al pecoso no se podía comparar con ninguna otra cosa.

Su noche de películas quedó cancelada dado que Izuku no se sintió con el coraje de enfrentar a Ochaco y se fue dejándola decepcionada de que su alma gemela no quisiera compartir tiempo con ella, aunque Eijirou sospechaba que quería estar con Midoriya para no sentirse sola luego de la perdida de su familia y la lejanía de Katsuki, al final el pelirrojo no era un pariente sanguíneo solo un conocido para ella que había sido muy amable.

—¿Seguro que no ha preguntado por mí? —Cuestionó Ochaco, era la quinta vez en tres días que preguntaba aquello y no, Midoriya no había hecho mención de ella las veces que se habían visto.

—No lo ha hecho, Midoriya es un hombre ocupado, Ochaco. —Comentó esperando que con ello se diera por vencida, él sospechaba un poco la razón por la que él verduzco no había querido verla, empero no le correspondía a él decírselo a ella.

—¿Puedo ir a tu oficina?

—Tienes una entrevista de trabajo el lunes debes estar al cien y quizás hablar con Midoriya no te haga bien.

Ochaco frunció los labios.

—Es mi alma gemela ¡Su sola existencia me da fuerza! —Expresó con exaltación, su respiración agitada sorprendiendo a Eijirou.

El silencio que se presentó luego de aquella se extendió por toda la sala, solo el silbido del té hirviendo se alcanzaba a distinguir entre la nebulosa de mutismo en la habitación.

Ninguno se atrevió a abrir la boca, por su parte Kirishima quería ayudarla para que no sufriera una decepción y que su corazón tuviera más pesares, solo que Ochaco estaba empeñada en querer estar con Midoriya a quien había tratado un par de veces y no por ella sino por él porque Izuku iba a verlo a él como camaradas.

Y por más que Ochaco deseara la atención del oji-esmeralda, éste quizás nunca se la dé y no por ser un desgraciado sino por qué no podía ofrecerle lo que quería, Midoriya no quería estar con su alma gemela, se lo dijo.

No quería ver a ninguno llorar otra vez como en esa ocasión. No sabía cómo actuar para ayudarlos sin intervenir tan principalmente en su historia.

—Voy a apagar la estufa —Dijo el pelirrojo saliendo de la sala a la cocina había una enorme tensión en el aire con la que él no podía lidiar, al menos no por ahora.

Los pasos de la castaña se acercaron dubitativa de cómo comenzar a hablar con una persona a la que había ofendido cuando no había hecho más que ser gentil con ella.