✵| Capítulo 14: Shouto.

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Seguiré confiando mi vida en ti, mucho más que antes.

—Todoroki Shouto.

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—Ya siento la comisaría como mi segundo hogar. —Bromeó Touya, Natsuo lo reprendió con una mirada—. Era una broma...

—Shouto ya debió de terminar de declarar. —La albina se levantó de su sitio buscando con la mirada un oficial encontrando a Bakugou caminando hacía ellos—. Oh, el escolta de Shouto viene hacia acá.

—¿Y Shouto? —Cuestionó Touya sin importarle jalar al cenizo del brazo. Katsuki aspiró profundamente cómo adoraba la amabilidad del mayor.

—Está declarando, pero vendrá en unos minutos.

Se alejó del pelinegro lentamente porque él también quería ver al menor y si pudiera lo besaría por todo lo que valía. Pero no podía, al menos no ahí con todos sus hermanos viendo cómo le devoraba la boca a Shouto.

Se paró lejos de los hermanos que seguían hablando entre ellos, Katsuki se agarró disimuladamente las costillas, ese bastardo de la nariz rota se había ensañado con él entre patadas como si le guardara algún tipo de resentimiento.

—¿Duele? —Shinsou, ese bastardo con cara de drogadicto, lo miró de soslayo, Katsuki exhaló estaba acostumbrado a cosas peores.

—No, ya mañana estará mejor. —Aseguró más porque estaría en casa todo el día con Shouto. Jesús que era un verdadero sueño tener al bicolor en sus brazos.

Y hablando del rey de Roma el bicolor hizo su acto de aparición cuando sus hermanos terminaron de hablar, fueron a verlo y revisarlo obviamente no tenía heridas más allá de raspones que desaparecerían en unos días. Katsuki había puesto su seguridad por encima de todo, por encima de sí mismo.

El heterocromático lo buscó entre todas las personas y cuando lo ubicó sonrió, sus orbes brillaron tanto que a Katsuki se le detuvo el corazón, quería tanto quitárselos a sus hermanos para ser él quien lo abrazara y llenara de besos como lo hacían ellos.

Carajo no veía la hora para llevarse a Shouto de ahí. Al bicolor le pasaba igual, deseaba abalanzarse a los labios de Katsuki y devorarlo por completo, tragarse sus jadeos y seguir besándolo toda la noche mientras el cenizo lo abrazaba.

Por fortuna no demoraron más ahí en cuanto hubiera avance de la investigación serían citados nuevamente, se despidió de sus hermanos tan rápido que fue hasta sospechoso.

Él solo les dijo que estaba agotado —era verdad— por la sesión de fotos con Denki y por el intento de secuestro, además buscaba un momento a solas con Katsuki.

Salió de la comisaría con Katsuki atrás, agradeció que sus heridas no fueran más graves que la del labio partido, era una marca que seguro desaparecería con las semanas, le molestaba tanto que fuera herido por su culpa que hasta podía sentir la incomodidad de esa marca en su boca.

Subió al auto, a su asiento del copiloto y avanzaron hasta el edificio, perdió de vista los autos de sus hermanos en cuanto Katsuki se desvió a la avenida, un par de calles adelante y finalmente estaban solos frente a una luz roja.

Ni siquiera lo pensaron, Shouto se abalanzó sobre la boca del rubio besándolo con un tipo de ferocidad voraz que encendió todas las alarmas del cenizo estaban en el auto besuqueándose como hacía semanas deseaban hacerlo.

Jadeó con la lengua de Shouto explorando su cavidad bucal, sus manos fueron a parar a la cintura del bicolor apretándolo contra sí, esa hambre del menor era contagiosa y Katsuki comenzaba a despertar se muchas maneras.

You and Me ✵ BKTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora