23. Corazones Extraviados

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La chica despertó de golpe, sus ojos se abrieron con rapidez escaneando frenéticamente el área.

«Así que solo fue un sueño... Se sintió tan malditamente real» Se dijo mirando con decepción su entorno, sus ojos una vez amables ahora estaba lleno de algo serio y frío. Cuando miro ligeramente hacia abajo pudo notar que Nezuko la observaba con felicidad de que por fin despertara.

—¿Nezuko-chan? —Miro una vez más su entorno buscando donde podría estar su compañero de haori a cuadros —¿Dónde esta Tanjiro?

La pequeña demonio señalo encima de la vagoneta del tren, dándole a entender donde se encontraba. Hiroko le dio palmaditas en la cabeza tiernamente y en el momento que extendió su muñeca se percato de la extraña cuerda quemada sujeta a su mano, lo que llamo su atención, dándose cuenta que los demás también poseían unas que estaban cubiertas por el mágico fuego del arte demoniaco de Nezuko.

Hiroko estaba preparada para ir hacia arriba y ayudar a Tanjiro, hasta que escucho una voz...

—Hola... —Llamó Inosuke y rápidamente ella se agachó frente a él con una sonrisa de melancolía en su rostro, recordando todo el sueño que acaba de tener. El contrario sonaba triste... al igual que ella.

—¿El gran Inosuke no pudo contenerse contra un simple sueño? —Ríe la fémina en forma de burla ante su compañero intento ocultar la gran pena y dolor que sentía por dentro después de lo ocurrido. A diferencia de ella, Inosuke no pudo ocultar sus emociones y la irá empezaba a hervirle toda la sangre.

—¿¡Donde esta ese maldito demonio!? —Grito.

Al parecer no estaba de buen humor para una broma. Hiroko sin decir una palabra más, señalo en la misma dirección que Nezuko anteriormente. El peli azul, salto sobre su asiento y empezó a hacer un agujero en la vagoneta del tren para escapar por allí.

—Rengoku y Zenitsu siguen despertando de sus sueños... 

Hiroko mantenía sus manos alrededor de la empuñadora de su nichirin en caso de un ataque, pero la sorpresa fue que todo el vagón comenzó a salir una especie de materia carmesí oscuro, cubriéndolo por completo. 

«¡¿Que mierda es esto?!» Desenvaino su espada por el miedo del momento, nunca había visto algo tan extraño, solo sabía que instintivamente debía destruirlo antes que haga daño a un inocente. 

—¡Inosuke ningún punto del tren es seguro! —Escucho la fémina gritarle el pelirrojo al chico jabalí por arriba de las vagonetas —El tren es el demonio. ¿Me oyes? ¡El tren es el demonio! —Gritó con una voz que se agrietaba.

La chica se apresuro en ponerse en acción y cortar partes de la carne del demonio mientras se materializaba para comerse a los pasajeros. El olor casi la hace vomitar. Ella respira con los dientes y pivota, torciendo su cuerpo con su patrón de respiración.

Corrió hacia el siguiente vagón para proteger a los demás pasajeros. Siseó mientras su hoja cortaba limpiamente al demonio, partes del demonio comenzaron a convertirse en cenizas, pero se regeneraron rápidamente. 

En cuestión de segundos, el tren se rompe y Hiroko es arrojada hacia adelante debido al impacto. Perdiendo el equilibrio y casi cayendo al suelo, pero fue sostenida unos segundos antes de su cintura por Kyojuro y logra recuperar el equilibrio.

—G-gracias —Ella tartamudea y el chico ríe un poco —Me alegro que por fin despertaras Kyojuro —Sus mejillas se tornaron rosado mientras volteaba su mirada hacia otra dirección para que el pilar no notara su sonrojo.

—Te salvaría todas las veces que sean necesarias —Dijo con una sonrisa un tanto picara. Haciéndola imposible ocultar su vergüenza a la fémina y Rengoku se alejo con una ligera risa de burla dirigiéndose directamente hacia Tanjiro.

Contigo (Inosuke x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora