Contigo (Inosuke x tu)

3. Chico Jabalí

—¿¡Cuál es tu problema!? —Ella chilla cuando se golpea contra el suelo. Protege sus ojos mientras mira hacia arriba, mientras ve al chico jabalí sobre ella. El calor se elevó a su rostro mientras se resopla y mira al chico jabalí. —En serio, ¿Qué quieres? Estoy ocupada y estás haciendo que pierda mi tiempo —Dice, desempolvándose mientras se levanta.

—¡Pelea conmigo! —Grita poniéndose el puño en el pecho dejando a la chica con los ojos en blanco. Por supuesto, que alguien tan tonto quería algo tan... tonto. Ella vuelve a poner su arco sobre su espalda y comienza a alejarse. El clima todavía estaba abrasador y podía sentir el calor quemando su piel expuesta. Afortunadamente sus hebras protegieron la mayor parte de su cuello. Escucho al chico burlarse de ella, mientras trotaba para caminar a la par de Hiroko.

—¿Escuchaste lo que dije? —Exclamo y ella rechino los dientes. De algo era seguro y si este tipo no se callaba, Hiroko no dudaría en darle un golpe.

—Sí, te escuche. Pero no tengo tiempo para ti. Vete ahora – Dijo la chica de ojos amatista, agitando las manos para obtener un efecto adicional. El chico lo único que hizo fue gritar, parecía tener algunos problemas serios. Permaneció en silencio por un minuto antes de señalar con el dedo la cadera de la chica. 

—¿Por qué tienes una espada tan tonta? —Soltó de manera grosera, haciendo que Hiroko jadee. Estrecho sus ojos y se detuvo haciendo que él haga lo mismo. Coloco sus manos en su cadera antes de dar un pequeño discurso.

—En primer lugar, mi maestra me la dio. En segundo lugar, voy camino a la Selección Final para completar mi entrenamiento. ¿Es suficiente información para ti, cerdito? —Regaña antes de volverse a abrir paso en su camino. 

—Como sea, mis espadas son mejores —Se jacta, señalando las dos espadas unidas a sus pantalones de piel.

Hiroko los alcanza a ver con ojos curiosos y luego mira hacia atrás a su máscara. Las espadas estaban descuidadas y astilladas más allá de lo creíble, y ella no estaría realmente sorprendida si descubriera que él las rompió. En lugar de enojarlo más, decidió asentir, solo alimentando su ego. La tensión lleno el aire mientras continuaban caminando, comenzando a doler sus hombros.

—Lo siento, ¿Por qué sigues siguiéndome? —Pregunta. El chico jabalí se acercó demasiado a ella sin tener ningún tipo de respeto en el espacio personal de Hiroko. —¡Cual es tu problema! —Exclamo antes de apartarlo lejos con un leve empujón, antes de sonrojarse por el repentino acercamiento. Este tipo no parecía conocer lo que era tener un poco de vergüenza. Cualquiera que pasara temería por su seguridad y Hiroko no los culparía.

—¡Como te atreves a tocar a Lord Inosuke así! —Grito.

—¿Quién es Lord Inosuke? —Pregunto la muchacha, el chico jabalí sacudió la cabeza como si la respuesta fuera obvia, lo que hizo poner los ojos en blanco.

Los grillos comenzaron a cantar a medida que el dúo continuaba su camino y Hiroko pudo sentir su estómago comenzar a quejarse por algo de comida.

—También voy a la selección final y ya se que voy a vencerte —Sonrió debajo de su máscara, Hiroko se burló de su arrogancia. Ralentizo un poco el paso para mirar el cielo. El sol había comenzado a ponerse, eso explicaría la ligera brisa que llenaba el aire. Escaneo el área por un minuto. Afortunadamente había un pueblo muy cerca y ella tenía el dinero suficiente como para quedarse a dormir por una noche allí.

Al separarse del camino para llegar al pueblo, el chico inclina la cabeza en confusión.

—¿A dónde vas, perdedora? —Él pregunta, mientras Hiroko le da un golpe en el brazo antes de apuntar hacia el pueblo.