9. Nueva Misión

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Hiroko comenzó a tararear para sí misma mientras paseaba por el grueso camino de tierra. Su cuervo, estaba posado sobre su hombro mientras la joven caminaba, dándole indicaciones para llegar a la ubicación de la misión. Había todo tipo de flores impresionantes que empezaban a florecer, lo que provoco en Hiroko felicidad mientras continuaba su viaje.

—¿Y bien hacia dónde es? —Ella pregunto al cuervo. Tras haberse quedado sin camino bajo el ardiente sol, esperaba que sea una misión sencilla. Estaba agotada de la misión de anoche. Después de todo, ella no estaba acostumbrada a esto.

—¡Dirígete a la casa del norte! ¡Hacia la casa del norte. Se ha visto un demonio! ¡Debes despejar el área! —Exclamo, y ella trago saliva. Por supuesto, no era la primera vez que lo hacía. Pero nunca se sabe con que tipo de demonio te vas a topar, puede que se trate incluso de alguna de las doce lunas.

Su respiración se hizo temblorosa con cada paso, teniendo una mirada vacía. En no pensar mucho lo que había enfrente.

—¿Cuánto más falta para llegar? Murmuro mientras jugueteaba con la espada en su cadera. Llego a un abundante bosque. Según las indicaciones del cuervo, el destino estaba atravesando aquel bosque.

A lo lejos pudo identificar su destino, una casa que parecía ser la única en este bosque. Cuando llego noto un cadáver abandonado, había mucha sangre alrededor. Definitivamente este era el lugar.

—Tiene que ser aquí, el demonio debe estar dentro... Pobre hombre, si hubiera llegado mucho antes, tal vez pude haberlo salvado —Dijo comuna mano en la boca petrificada de la escena.

Cuando escucho de repente unos niños cerca de los arbustos. Se acerco a ellos amablemente, parecían muy asustados.

—Hola pequeños, ¿Qué hacen aquí? —Dijo, esperando una respuesta de alguno de ellos.

—Nuestro hermano, esta adentro.

La mirada de Hiroko se desvió hacia la caja, le dio mucha curiosidad saber que hacían unos niños con una caja tan grande. Debería ser muy pesada para ellos.

—No quisiera ser inoportuna pero ¿Qué hay dentro de esa caja? —Señalando el objeto que se encontraba enfrente de ambos.

—Hace un rato llegaron dos chicos con el mismo uniforme que tienes. Uno de ellos dijo que nos quedemos acá y que cuidemos la caja. Luego entraron a la casa —Respondió aun pavorido.

«¿Eso quiere decir que vinieron más cazadores por este demonio? ¿Por qué? ¿No creo que se trate una de las doce lunas? Pero, porque necesitarían a más de dos cazadores en esta misión en ese caso» Los ojos de Hiroko se abrieron como platos, mientras un gran terror empezaba a erizar cada parte de su cuerpo.

No quería demostrar su momento vulnerable frente a los niños. Solo causaría que se asusten más de lo que ya estaban. Tenía que actuar de manera profesional. Suspiro, y se abrió paso a la casa, no sin antes decirles que se queden ahí para que estén seguros.

Una vez que abrió la entrada de la casa, observo un pasillo largo, con jarrones y lámparas colgando en el techo que iluminaban poco. Era extraño, si se suponía que había más cazadores en esta zona eran muy buenos en evitar hacer ruido, porque realmente no lograba escuchar nada.

Cuando se dio la vuelta vio a los niños corriendo detrás de ella.

—¡Niños, les dije que es muy peligroso que estén aquí! —Dijo antes de abrazar a los niños mostrándoles protección.

—Es que la caja empezó a ser ruidos extraños. No queríamos estar ahí solos.

—¡Mira ahí están los otros chicos que te menciono mi hermano —Dijo la pequeña, señalando delante de la habitación.

Contigo (Inosuke x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora