20. La Temperatura del Corazón

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Hiroko agarró y dobló la manta en su mano mientras tropezaba hacia el patio. Mientras los chicos trabajaban en sus resistencia y fuerza física en lo que se empujaban hasta sus límites.

Ella finalmente había aceptado sus sentimientos hacia el chico jabalí. Estaba... completamente enamorada. Cada vez que pensaba en él, su estómago se volvía loco y se ponía mareada. Su rostro sonriente vino a la mente mientras caminaba, y ella se empujó más. Se han hecho muchos progresos desde que fueron llevados a la Finca Mariposa. Después de casi una semana pudo levantarse de la cama sola.

—Hiroko-chan —El rubio grito y ella le sonríe, pero su atención estaba completamente en Inosuke, y solo él. Sus heridas se habían curado por completo y se había vuelto aún más tonificado si eso era posible. Sus ojos esmeraldas que tanto amaba eran suaves mientras él la miraba. Respiro hondo y rechino los dientes mientras se acercaba a él. Caminar era aun un poco dificultoso para ella, pero valió la pena. Mientras ella camina hacia él, Inosuke le sonríe y se apresura hacia ella, encontrándose a mitad de camino mientras sus brazos se envuelven entre ambos. Hiroko introdujo la cara en la curva de su cuello mientras se abrazaban. Había perdido tanto su toque, y se sintió tan bien estar cerca de él una vez más. Inosuke la levanta del suelo ligeramente mientras la gira, haciéndola reír.

—Te extrañe, tonta —Él murmura en su cabello mientras la gira y la vuelve a colocar suavemente en el suelo. Ella se ríe en su pecho antes de alejarse ligeramente, mirándolo a la cara con una sonrisa y sonrojándose debido a lo cerca que estaba de él. Las mariposas revolotean suavemente en su estómago mientras ella lo mira, y él sonríe un poco.

El estómago de Inosuke se estaba volviendo loco mientras miraba a la chica. Había cambiado mucho pero se mantuvo igual desde la última vez que la vio. Sus ojos de amatistas lo miraban suavemente, y sus labios rosados estaban ligeramente separados. Él le revuelve el cabello con la mano libre, jadeando mentalmente por lo suave que era.

Desde su conversación con Tanjiro se sentía en conflicto. Amaba a la chica, lo sabía mucho, quería estar con ella todo el tiempo y cada vez que estaba a su lado sentía arder su corazón. Pero estaba nervioso porque ella no sintiera lo mismo (O eso creía el chico jabalí). Tanjiro le había explicado un día en el entrenamiento que puedes amar a cualquiera, pero es posible que no te amen de la misma forma, y el pelirrojo se aseguró rápidamente de que este no era el caso para él y Hiroko. Tanjiro también había insistido en que Inosuke le cuente sus verdaderos sentimientos, por lo que había estado pensando en cientos de formas de hacerlo. ¿Durante una misión? No, habría demasiadas cosas que hacer. ¿Durante la hora de dormir? No, la chica probablemente estaría muy cansada y durmiendo... Simplemente no podía pensar en el momento adecuado.

Se separa del abrazo con una sonrisa y flexiona sus músculos.

—¡Mira, soy mucho más fuerte que antes! Apuesto a que ahora podría patearle el culo a una de esas lunas —Él sonríe y ella lo empuja suavemente.

—Posiblemente, Inosuke —Respondió con una suave sonrisa antes de darles su mensaje de próximo entrenamiento. —Muchachos, es hora de que empiecen su entrenamiento de reflejos contra Kanao y contra mi.

La chica los llevo cortésmente hasta la sala de entrenamiento dentro de la Finca, donde ya se encontraba Kanao junto con unos pequeños vasos llenos de medicina. No eran la primera vez que hacían este tipo de entrenamiento, así que todos conocían ya perfectamente las reglas.

Mientras el trio tomaba un pequeño descanso de su entrenamiento físico, Hiroko y Kanao aprovecharon para calentar un poco y entrenar entre ellas al mismo tiempo, como ya sabrán; Hiroko posee una gran vista y reflejos tanto como su compañera Kanao, debido a que entreno muchísimo su visión desde muy pequeña para cazar.

Contigo (Inosuke x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora