28. Encrucijada del Corazón

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Hiroko despertó lentamente, sintiendo el calor reconfortante que emanaba de la figura de Inosuke a su lado. La noche anterior había sido agotadora, pero se sentía feliz de poder compartir momentos así con él. Una sonrisa juguetona se formó en su rostro mientras recordaba la noche anterior, llena de risas y momentos compartidos. Con cuidado, se deslizó fuera de la cama, tratando de no despertar al durmiente Inosuke. Se vistió rápidamente y salió de la habitación.

Al llegar a la cocina de la Finca Mariposa, Hiroko encontró a Aoi ocupada preparando el desayuno. Se ofreció a ayudar, y las dos chicas compartieron risas y charlas mientras preparaban la comida. La atmósfera en la cocina estaba llena de camaradería, y Hiroko se sentía agradecida por formar parte de ese grupo de personas tan especiales.

Mientras trabajaban juntas, entró Sayuri. Hiroko la saludó con entusiasmo, pero algo en la mirada de Sayuri despertó su intuición.

—¡Hola, chicas! ¿Necesitan ayuda con algo? —dijo con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

—Muchas gracias Sayuri, pero estamos bien por ahora. —respondió Aoi con una sonrisa reconfortante. 

Sin embargo, en un instante, Sayuri cambió su expresión. Sacó de detrás de su espalda el haori y la máscara de Inosuke, mostrándolos a Hiroko con una maliciosa sonrisa.

—¿Qué crees que estaban haciendo estos dos anoche? —dijo Sayuri, exponiendo las prendas como si fueran pruebas de un crimen.

El rostro de Hiroko se tiñó de rojo, sintiendo cómo la vergüenza la invadía. Aoi, por otro lado, frunció el ceño, sin estar segura de qué pensar. Sayuri continuó su actuación, insinuando que Inosuke y Hiroko habían tenido una "aventura" la noche anterior.

Aoi, con una mirada perspicaz, miró a Hiroko en busca de una respuesta. Hiroko, nerviosa, balbuceó intentando explicarse, pero las palabras se le atascaban en la garganta.

—¿Hiroko? —cuestiono la de iris azul con las mejillas ruborizadas, era muy evidente lo sucedido, pero aun así pregunto tontamente que paso, solo para romper el silencio. 

Hiroko se limito a decir ni una sola palabra.

En ese momento las tres niñas se asomaron por la puerta, reclutando la presencia de Aoi urgentemente en la sala medica. Fue un momento crucial para ella, ya que el ambiente se estaba haciendo demasiado denso ahí dentro y no sabía como liderar con eso. 

—Te dejo a cargo de la cocina, Hiroko. 

—Esta bien —dijo en secó la contraria. 

Aoi, agradecida, se disculpó y dejó la cocina en manos de Hiroko y Sayuri. No bien Aoi salió, el ambiente cambió drásticamente. Sayuri dejó de sonreír y se acercó a Hiroko con un tono frío en su voz.

—¿Qué crees que estás haciendo con Inosuke? —dijo Sayuri en voz baja pero amenazante. —No sé qué te hace pensar que puedes estar con él. Pero te advierto, haré lo que sea necesario para que se dé cuenta de que debería estar conmigo.

Hiroko, sorprendida por la repentina hostilidad, no pudo evitar sentirse amenazada. Sin embargo, mantuvo la compostura. En lugar de eso, mantuvo la calma.

—Inosuke es libre de elegir a quien quiera. No puedes forzar los sentimientos de nadie, y tampoco puedes amenazarme. Si realmente sientes algo por él, deberías demostrarlo de una manera honesta y respetuosa.

Sayuri sonrió con malicia, como si disfrutara del juego.

—Ya veremos, Hiroko. Inosuke es un chico simple, pero yo sé cómo conseguir lo que quiero. Él es demasiado bueno para alguien como tú. Voy a hacer lo que sea necesario para asegurarme de que Inosuke se dé cuenta de la verdad.

Contigo (Inosuke x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora