24. La Promesa Olvidada

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Habían pasado unos días desde la muerte de Rengoku, todos se vieron afectados. Especialmente Hiroko, después de todo era una persona muy querido para ella.

—Buenos días Hiroko-chan —Una voz suave saludó, volteó ligeramente su mirada desde su cama. No estaba acostumbrada a recibir visitas y menos ahora.

—Zenitsu... por favor déjame sola —Dijo con frialdad la pelinegra.

—Se que no quieres salir de aquí... Se lo mucho que te esta afectando la muerte de Rengoku, pero ¿Crees que a él le hubiera gustado verte así? —Dijo con una voz melancólica —Te traje un poco de comida, llevas días sin comer. Por favor.

El peli-amarillo no recibió ningún tipo de respuesta; a cambio, solo escucho unos ligeros ojos sollozos proviniendo de ella. ¿Cómo explicar este enorme dolor? Rengoku no solo fue un pilar más para ella, fue mucho más; un amigo, un acompañante, un maestro.

Cada vez que escuchaba su nombre, sentía una acuchillada en el pecho. No podía soportarlo más.

Zenitsu se acercó sutilmente para consolarla. Pero ella lo rechazaba, su idea de no recibir apoyo emocional de nadie se mantenía firme.

Hasta que los demás chicos llegaron.

—Hiroko, solo queremos ayudarte —Repitió Tanjiro.

—No hay nada que se pueda hacer, Rengoku ya no esta aquí...

La fémina miro brevemente al peli-rojo y peli-azul quienes entraban a la habitación, sintiéndose avergonzada especialmente de ver a Inosuke, debe odiarla ahora luego de verla como declaró su amor al pilar, justo después de todo lo que ambos pasaron juntos como una autentica pareja.

—Oye... sobre eso, se que tú y Rengoku-san eran muy cercanos, pero ¿Había algo entre ustedes? Digo por lo que dijo aquel día antes de... —Cuestiono Tanjiro con una mirada triste, sentándose al borde de la cama de esta.

Suspiró con rudeza. Sabía que iba a serle imposible botarlos de ahí, así que trató de hacer memoria de todo lo que vivió al lado del pilar, preparándose para una larga historia.

—Todo empezó desde que era una niña, mi padre aun seguía vivo...

☆ Flashback ☆

—Hiroko apresúrate —Dijo el padre de la niña, quien marchaba por el camino en dirección a la casa de un amigo suyo.

La pequeña hacia lo posible para alcanzar los pasos de su padre, pero sus cortas piernas se lo impedían. Hasta que la niña sintió como se elevo al cielo, lanzando un pequeño grito, al abrir los ojos estaba sobre la espalda de su padre, ocasionándole unas risas.

—Padre, ¿Crees que ese niño quiera ser mi amigo?

—Por supuesto, quien no quisiera ser amiga de una niña tan buena como tú.

Cuando llegaron, Shinjuro recibió amablemente a sus invitados. El padre de Hiroko; Takahiro, la bajo cuidadosamente. La pequeña estaba nervioso, se coloco detrás de las piernas de su padre apenas vio al niño a la distancia quien se acerco lentamente para presentarse.

—H-hola, mi nombre es Kyojuro Rengoku —Estiro su manito —Me alegra por fin conocerte.

La pequeña levanto la vista hacia su padre, quien le dio una seña para que respondiera su saludo.

—Yo... me llamo Hiroko Tsukiyono —Respondió cubriéndose en el uniforme de su padre.

Ambos padres rieron ante la actitud de los infantes, ordenándoles que vayan a jugar mientras ellos hablaban cosas de "adultos". Sin cuestionar las ordenes de los mayores procedieron a retirarse, fue Rengoku quien se llevo a la menor del brazo, ya que no conocía el lugar y aun parecía muy tímida lo que a la vez al mayor le pareció tierno.

Contigo (Inosuke x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora