dieciséis

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10:15 AM

El rubio junto a su amiga peliroja se encontraban en una cafetería, se habían puesto de acuerdo para salir a desayunar juntos ya que hace tiempo que no lo hacían.

Estaban poniéndose al día de todas aquellas cosas de las que no habían podido hablar, habían estado muy ocupados.

Y como el rubio ya se lo esperaba, Nami no tardo en sacar el tema de cierto peliverde.

-¿Como te va con Zoro?-pregunto la peliroja.

-¿Cuando dije que teníamos algo?-rio.

-Es tan obvio, cuando salimos todos, ustedes siempre se están dando sus miraditas.

Sanji solo se sonrojo por ese comentario, ¿Tan obvios eran?.

-Todos nos dimos cuenta ya.-dijo Nami.

-Esta bien, está bien, hay algo pero el problema es que...aún no se lo que somos exactamente.-dijo el rubio desanimado.

-¿Que? ¿No son nada formal?

-Nop, quedamos en un acuerdo que solo sería para satisfacernos el uno a otro.-dijo serio, sin mirar a su amiga.

Sanji nunca había dicho aquello en voz alta, la voz se le habia echo un nudo, no entendía el porque.

-¿Y...tu estás bien con ello?-pregunto preocupada.

-Si, de echo fui yo quien se lo propuso.-dijo Sanji.

Nami estaba sorprendida, ella sabia que Sanji se la llevaba asi con las personas con las que salía, pero no pensaría nunca que Zoro aceptaría.

-¿Como era Zoro en su antigua relación?-pregunto el rubio.

-¿Zoro? Pues...cuando salíamos todos juntos el no era muy romántico ni le mostraba afecto en público.-se quedó pensando por un momento.-Pero en privado, no tengo idea, solo se que discutían por lo mismo, porque no suele mostrar sus sentimientos.

Sanji no respondió nada, solo se quedó perdido en sus pensamientos.

-Sanji, tu eres mi amigo y por algo te lo digo, si siguen así no creo que lleguen a ninguna parte si es que quieres algo serio con el, sabes muy bien cómo han terminado tus relaciones.

El rubio comprendía lo que su amiga decía, ya tenía sentimientos por el peliverde y era demaciado tarde como para querer alejarse de el.

-Gracias Nami.-sonrio.

01:35 PM

Por otro lado, el peliverde se encontraba sentado sobre el sillón de la sala buscando que ver en el televisor, acababa de llegar de su turno de la mañana del trabajo, que por cierto, se encontraba agotado.

A su lado el pequeño Luffy entretenido con cada canal que pasaba sin saber de qué se trataban ya que Zoro los pasaba rápido.

El silencio se había acabado ya que el pelinegro había decidido hablar.

-Ayer hice algo diferente con Torao.-dijo el de la cicatriz.

-¿Diferente como?-pregunto sin mirarlo, sus ojos aun miraban a la televisión.

-Si, no fueron solo besos como siempre.

Zoro al escuchar eso puso toda su atención en el pelinegro.

-¿El te obligó hacer algo que tú no querías?-el peliverde comenzaba a preocuparse.

-No,no,no. No me obligó a nada, solo que me gustó y quiero seguir haciéndolo pero no sé cómo, al parecer a Torao también le gustaba, me decía cosas como "no pares" o "más".

A Zoro le sorprendía como decía todo eso sin una pizca de vergüenza, no podia creer lo inocente que era.

-¿Tu haces eso con Sanji? Los he visto salir juntos.

-No,no, Sanji y yo solo somos...amigos.-Mintio.

-Crei que salían, pero en fin, necesito que me ayudes con Torao.

Zoro estaba avergonzado, nunca se imagino a el mismo dándole consejos de como tener sexo con otro hombre a su mejor amigo.

Pero ahí estaba, en el sofá de su casa hablado de experiencias sexuales y que debía de hacer y como.

Law después se lo agradecería.

2:30PM

Más tarde Sanji decidió acompañar a su amiga a su casa, iban caminando por el vecindario, estaban por llegar pero la peliroja se paró en seco.

-¡Oh! Acabo de recordar, vivo junto a Luffy y... Zoro, entiendo si no quieres pasar a mi casa por el.-habían quedado antes en ver alguna película en casa de la peliroja.

-Esta bien, no me molesta, nuestros planes pueden seguir en pie.-sonrio.

Ya más segura, Nami avanzo nuevamente, tal vez no era la mejor opción llevar al "noviecito" de su amigo a casa cuando ellos no estaba del todo bien, pero no le dió importancia, Sanji también era su amigo.

Al entrar, Zoro se encontraba viendo el televisor con un luffy dormido por todo el sillón.

-hola.-hablo Sanji sonriendo.

-Hola.-respondio Zoro igual sonriendo.

-Bien, Sanji y yo veremos películas eres libre de irte a dormir.-dijo mientras lo empuja para hacer espacio en el sofá.

-Bien, llevaré a luffy a su habitación.

Se levantó de dónde estaba sentado con luffy en sus brazos, era ligero así que no había problema al subir escalones.

-¿Seguro que no te sientes incómodo?-pregunto nami.

-para nada, veamos algo.

Pasaron las siguientes horas viendo películas, una tras otra, cuándo la peliroja cayó en sueño profundo.

Sanji no estaba seguro si irse pero de pronto llegó un mensaje a su celular.

-¿Sigues abajo?

Era Zoro.

-Si, Nami se quedó dormida a media película.

- Ya bajo.

Sanji ya no respondió, solo escuchaba los pasos que daba el peliverde en el piso de arriba.

Enseguida bajo con una manta en sus manos dirigiéndose a Nami, la cobijo acomodándola a lo largo del sillón para que estuviese cómoda.

-Te preocupas mucho por ella.-dijo sanji.
-Nah, solo evito que se despierte de mal humor.

Sanji habia reído por ese comentario.

-Bueno, creo que tengo que irme.-dijo el rubio.

-¿Porque no te quedas a dormir aquí?-responde el peliverde.

-¿Debería?

-Si te digo que quiero que te quedes ¿te quedarías?

Sanji se había sonrojado, solo la luz de la televisión encendida alumbraba la habitación, por lo que el color en las mejillas de sanji no se distingue.

El rubio solo asintió y fue detrás de Zoro que empezaba a subir las escaleras nuevamente.

Ambos se recostaron en la cama, solo mirando al techo, sin hablar, completamente en silencio.

Sanji tomo la iniciativa abrazándolo, pegandose a su cuerpo, acurrucándose a su lado.

Era tan cálido y tranquilo que el sueño empezaba apoderarse del rubio así quedando profundamente dormido.

Para Zoro era como ver a un niño dormir, tan lindo.

Le daba tanta tranquilidad el solo verlo.

Era la primera vez que estaban en una cama sin involucrar algo sexual, y eso le gustaba.

Quería pasar más noches así.

O que esa noche nunca se acabara.


Amigos en común  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora