42

138 20 3
                                    

Zoro entro a su casa con un par de papeles en su mano, Nami al verlo no dudo en acercarse a él.

-¿Que es lo que quería?-se cruzo de brazos.

-Míralo tu misma.-Zoro puso los papeles en sus manos y Nami enseguida los abrió leyendo cada cosa que venían en el papel quedando sin palabras.

También se quedó bastante sorprendida.

-¿que mierda es esto?-se veía muy molesta.

-No hace falta que preguntes, lo estás viendo tu misma.

-¿entonces si lo engañaste?

-¿que? claro que no, fue después, cuando Sanji y yo terminamos, mantuve relaciones sexuales con ella, y al ver que las cosas mejoraban entre Sanji y yo, no volví a saber de ella.

-Ahora si que la cagaste, tienes que decírselo antes de que ella lo haga.

-Ya se, ya lo se maldita sea, esto es un puto dolor se cabeza.-dijo desesperado.

-quien se iba a imaginar que ahora vas hacer padre.

-No, ese hijo no es mío y estoy seguro.

-Solo queda esperar el nacimiento del bebé para comprobarlo.

Zoro no quria seguir hablando del tema, si seguia sabia que lo unico que haria la peliroja iba sermonearlo y regañarlo, por lo que se dirigio a su habitación justo ahora tenía mucho que pensar.

Nami no dijo nada más, tenía que dejarlo solo, sabía que el tema le estaba afectando.

El peliverde entro y al estar completamente solo, sus lágrimas empezaron a caer de sus ojos sentía una desesperación en su cuerpo, no quería ni pensar en la idea de que nuevamente Sanji lo dejaría.

Tenía que hablar con el lo antes posible.

2:32 PM

Zoro no dudo en ir al departamento del rubio, se encontraba de pie tratando de pensar y repasando lo que iba a decir pero aún no tenía ninguna palabra.

Pero aun así toco la puerta.

-¡Zoro! Pasa.-dijo sonriendo al abrir la puerta.

-Sanji tengo que hablar contigo.-Zoro mostraba un rostro serio que al rubio lo preocupó.

-¿paso algo ayer?-dijo con un tono preocupado.

-Si, de eso quiero hablarte, pero primero quiero que sepas lo mucho que te amo.

-Zoro me estas asustando, ¿que paso?.-dijo serio.

-primero vamos a sentarnos ¿si?-ambos tomaron asiento en la sala, viéndose cara a cara.

El peliverde tomó las manos del rubio, pasó saliva por su garganta y nuevamente habló.

-Hiyori...Hiyori esta embarazada y ella dice que yo soy el padre.

Sanji se quedó estático en su lugar, sus ojos estaban completamente abiertos por la sorpresa, luego, se volvieron cristalinos por las lágrimas que estaban por salir.

-¿q-que?-dijo con la voz quebrada.

-Perdoname Sanji, ahora lo que menos quiero es separarme de ti.

-¿entonces si me engañaste?

-N-no, nunca lo haría, y nunca lo hice, es solo que cuando me dejaste me sentía muy solo y....

-Zoro no hay excusas.-su voz se escuchaba bastante quebrada, como apunto de llorar, y como no, si sus ojos ya estaban húmedos.

Amigos en común  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora