diecisiete

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12:15 PM

Al día siguiente, Zoro despertó a medio día aún con sueño, se sentó sobre la cama notando que su cama se encontraba vacía.

¿Sanji no se había quedado a dormir?

Se preguntaba.

Se levantó de la cama, bajo por las escaleras notando un aroma delicioso.

Era raro, ya que su amiga peliroja no cocinaba.

-¿Nami?-pregunto.

Entro a la cocina encontrándose a un rubio con un lindo delantal rosa.

Le queda bien.

-Nami salió, así que decidí prepararte algo.-dijo y sonrió el chico rubio.

-No tenías que hacerlo, podía comer las sobras de alguna pizza.

-¿Así es como te alimentas? ¿Eres un vago o que?-dijo con tono de burla.

Zoro rio y se acercó al rubio, lo tomo por la cintura pegando su cabeza en su hombro desde la parte de atrás.

-Gracias.-susurro.

Ahí estaba de nuevo esa calidez en su pecho, Sanji no podía resistir esos sentimientos, sentía las mariposas en su estómago, esas de las que hablaba la gente cada que alguien estaba enamorado.

Sus mejillas estaban rojas y calientes, no sabía que responder solo carraspeó la garganta para cortar ese ambiente.

-La comida está lista.-sonrio nuevamente.

Ambos ya sentados habían empezado a comer, el ambiente era cómodo, el pequeño luffy se había agregado, por suerte Sanji había echo la suficiente comida para el gran estómago del pelinegro, ya conocía su apetito.

-Crei que te habías ido desde temprano.-hablo el peliverde.

-Me quedé un rato acostado a tu lado, pero me aburrí y baje.

-Ya se me hacía raro que oliera tan bien, la bruja peliroja nunca cocina nada, ni siquiera para ella.-respondio mientras comia.

Luffy solo estaba callado, pero seguía comiendo, observaba a ambos como si estuviese analizandolos, hasta que hablo.

-¿Ustedes son pareja?-pregunto.

Zoro casi se ahogaba con la comida, Sanji solo rio.

-No, no lo somos, Zoro aún no se anima a pedírmelo.-El rubio apoyo su barbilla sobre la palma de su mano, sonrió levemente mientras veía a Zoro.

El peliverde se había puesto nervioso por la respuesta del rubio. ¿A qué se refería con eso? Se preguntaba.

Habían terminado de comer, el rubio y el pelinegro habían conversado un rato, luffy ya no hizo mas preguntas, por lo que Zoro se sentía aliviado.

Ahora se encontraban solos en la casa, las hora de ir a la universidad había llegado por lo que el pelinegro se fue.

Ambos sentados frente a frente sobre el sofá de la sala, compartiendo miradas y un silencio pera nada incómodo.

-¿A qué te referías con lo que le respondiste a luffy?-pregunto Zoro.

-Pues no es nada en realidad, solo respondí a su pregunta.-respondio tranquilo.

-Sanji...yo-hizo una pausa.-Estoy confundido.

-¿Confundido?

-Mas bien, tu me confundes.

-¿A qué te refieres?

-Sanji, tu me gustas y creo haberte dicho ya que tengo sentimientos por ti, y ahora lo sé.

El rubio no respondió.

Se encontraba callado, era un silencio que aterraba al peliverde, odiaba el silencio, pero ahora era diferente estaba esperando una respuesta que quien sabe si sería la que quería escuchar, pero rogaba por dentro ser correspondido.

-Tambien me gustas.-al fin había respondido.-Pero se que no eres gay.

-¿Eh? -dijo confundido.

-Asi que primero descubre por ti mismo que es lo que eres y que es lo que te gusta, tu dices que te gustó pero solo estas confundido, yo no te gusto.

-Sanji, tu me gustas, estoy seguro de eso, desde que te conocí hasta ahora lo sé.

El rubio se encontraba serio, solo se mantenía callado escuchando.

-Todas mis relaciones han sido un asco, solo han sido idiotas queriendo experimentar.

Zoro lo sabía, y no tenía intención de lastimarlo, sus sentimientos eran reales.

-Lo se, y no soy igual a los tipos con los que has salido.-tomo su rostro con ambas manos.-Dame una oportunidad ¿si?.-se veían cara a cara, de los ojos de sanji salían leves lágrimas que Zoro quitaba con sus pulgares.

Sanji solo asintió.

El peliverde beso esos labios que tanto le gustaba besar, siendo correspondió en seguida, se sentía aliviado al no ser rechazado, sentía que era una nueva oportunidad para volver a querer a alguien y al fin poder sacar de su mente a tal chica peliverde.

Pasaron el resto de la tarde juntos, habían aclarado al fin sus sentimientos y como se la llevarían a partir de ese día.

Aún no eran una pareja oficial por lo que se encontraban solamente saliendo, Zoro se encontraba bien con eso, necesitaban conocerse más.

-¿Quieres que te lleve a tu casa?.

-Por favor.-sonrio.

De camino al departamento de Sanji el transcurso era tranquilo, ambos se sentían bien, habían dicho lo que sentían y para los dos estaba más que bien.

Llegaron pero Sanji seguía sin bajar del auto.

-¿Estás bien?-pregunto el peliverde.
-Si, es solo que...-se acercó a el levemente, besando sus labios, un beso lento y tranquilo.

Sanji todo el camino había necesitado ese beso, ahora sí se sentía completo.

-¿A qué se debe eso?

-Estamos saliendo ¿No? Ahora puedo besarte cuando yo quiera.-sonrio.

El peliverde soltó una leve risa-yo encantado de que me beses siempre.-dijo para después volverlo a besar.

Después de una leve seción de besos el rubio salió del auto con dirección a su casa, claramente después de despedirse.

Al entrar a su departamento se recargo en la puerta resbalando poco a poco hasta llegar al suelo.

Se sentía toda una adolescente enamorada.

Zoro sentía lo mismo que el y más feliz no podia estar, se sentía nuevamente enamorado, y esperaba que está vez si funcionará.

Mientras Zoro ya había llegado a casa pero seguia dentro de su auto, de igual forma sentía su corazón latiendo rápidamente, estaba feliz, ahora se sentía aliviado después de haber sacado sus sentimientos a la luz, ya era una cosa menos en la que pensar.

Entro a casa encontrándose con la pelirroja.

-¿Dónde estabas?-pregunto.

-Fui a dejar a Sanji a su casa.

-¿Y que tal las cosas con el?

Zoro estaba emocionado si no fuera por eso no se atrevería a contar su vida privada.

-Estamos saliendo, aún nada formal.-respondio.

Nami dejo de hacer lo que hacía y rápidamente fue a dónde su amigo muy emocionada.

-¡¿Hablas encerio?!-dijo emocionada.

-¿Que tiene de emocionante?

-¡Que al fin dieron el siguiente paso!

Nami se encontraba aún más emocionada que el, pero se sentía feliz, sabía que su amiga le alegraría saber que al fin se encontraba saliendo con la persona que le gusta.



Amigos en común  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora