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-Terminamos.-dijo firme y seguro de la palabra.

-¿Estas seguro?-pregunto el peliverde con toda la esperanza de que el rubio se retractara, aunque sabía que era imposible, sabía el tipo de carácter que tenía.

-Estoy seguro, asi que vete de aqui, ya sabes por donde es la salida.

Zoro no insistió más, salio de la habitación caminando lentamente por aquella casa como si se estuviese despidiendo de cada cosa.

Le dolía, pero su orgullo también era muy grande como para rogar por perdón, el sentía que se había disculpado lo suficiente y si Sanji quería iba a volver a él.

Salió de la casa, subió a su auto y puso en marcha manejando tranquilamente por las calles de aquella ciudad.

Nuevamente se perdió. Pero por fortuna llegó a casa.

Se quedó un momento en el auto, aun pensaba en lo que pasó, sintió una rabia incontenible y empezó a golpear desesperadamente el bolante con ambos puños,luego estrellando su cabeza. El claxon empezó a sonar llamando la atención de los que ese encontraban dentro de la casa.

Sus puños, al igual que su frente empezaron a sangrar y su vista se fue nublando poco a poco.

Lo último que logro divisar fue como tres personas de diferentes tamaños corrían hacia el. Dos de ellas gritaban su nombre. Una voz de niño y la voz muy fastidiosa, aparentemente de una mujer.

12:31 AM

Despues de horas de lo sucedido, Zoro abrió sus ojos lentamente viendo el techo de su habitación.

Sobre su mesita de noche, un plato con comida,agua, productos de primeros auxilios, vendas, algodones llenos de sangre, gasas y alcohol.

Se preguntaba para que era eso.

Pero su pregunta fue contestada al ver sus manos que se encontraban vendadas.

Las vendas estaban levemente rojizas.

Llego un flashback a su cabeza de él golpeando el volante y como sus puños empezaban a salpicar sangre.

Sintió una punzada en la cabeza, llevo su mano a su frente dándose cuenta que ahí también había una venda. Su cabeza también dolía.

Tocaron la puerta y sin esperar una respuesta entro un joven pelinegro.

-¿Como sigue tu cabeza Roronoa?-era Law.

-A la última persona que quería ver era a ti.

-¿Sigues resentido porque yo le guste antes a tu noviesito?

-Cállate o lo próximo que golpeare ya no será el volante.

-Oh, hablando del volante, lo destrozaste.

Zoro suspiro, el amaba su auto nunca había pensado en dañarlo. Se sentía idiota por hacerlo.

-Dejemos el tema de Sanji en el pasado, si esa es la razón por la que te caigo tan mal, olvídalo, a mi solo me importa Luffy.

-Y algo que le hagas a Luffy te la vas a ver conmigo. Se lo que hacen.

-Si, lo suponía, Luffy no sabe hasta donde hablar.-suspiro.-en fin, luffy estaba muy asustado cuando te vio desplomarte con la frente sangrando, ese susto que le diste no voy a dejarlo pasar Roronoa. Solo porque el me lo pidió trate tus heridas.

-Yo no necesitaba que me ayudaras.

-No te confundas, lo hice por el, no por ti.

-A todo esto, ¿donde esta?-pregunto el peliverde.

Amigos en común  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora