dicinueve

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Fue un largo día para Sanji, se había terminado su turno en el Baratie y ahora se dirigía camino a la casa de su "novio".
Aun no sabía si llamarlo así, pero por ahora lo haría, o al menos en su cabeza.

Zoro había pasado a recogerlo, iban ambos en el auto, los dos en silencio con una musiquita de fondo, el volumen era muy bajo pero no tanto como para no ser escuchada.

La razón por la que ninguno de los dos había empezado una conversación era porque el ambiente era incómodo, no de una forma mala pero lo era.

Y la razón era porque Zoro les había dicho a sus amigos que tenían una relación no formal, algo de lo que Sanji aún no estaba listo para que todos lo supieran.

No estaba molesto, al contrario, estaba feliz de que al fin le reslutara con alguien, pero que todo el mundo lo supiera no era necesario, aveces había gente que no le gusta verte feliz.

-¿Sigues molesto por de ayer?-pregunto Zoro si mirarlo.

-Nunca dije que estuviera molesto.-Respondió Sanji sin mirarlo.

-No has dicho nada.

-Es solo que...Aun no estaba listo para que lo supieran, quería mantenerlo aun en privado.

-¿Querías que fuera secreto?

-No, claro que no.

-¿No quieres que sepan que salimos?

-Zoro. No es eso.-al fin lo había mirado a la cara.

El peliverde ya no contesto, seguía concentrado al manejar, no quería perderse y tener que pedirle ayuda al rubio ahora que estaba un poco molesto.

Al fin llegaron y seguían sin decir nada, Zoro abrió la puerta de su casa e invito a Sanji a pasar, si podia descrbir el lugar donde vivía diria que es un estilo básico pero lindo, aun recordaba la última vez que estuvo ahi y aun se encontraba limpio y ya se imaginaba gracias a quién se mantenía así.

-¿y Nami y Luffy?-pregunto.

-Ambos siguen estudiando, a esta hora deben de estar en la universidad.-Se encontraba de espaldas mientras abría una lata de cerveza.

Sanji se acercó a él abranzandolo por atrás, pegando su pecho en la espalda de Zoro.

Abrazarlo era de sus pasatiempos favoritos, tener su cuerpo junto al de él era tan reconfortante, le tranquilizaba.

Zoro dejo su cerveza sobre la barra de la cocina voltendo para estar frente al rubio abrazándolo también.

-¿Pasa algo?-pregunto el peliverde.

-No quiero que pienses que eres un secreto.-escondió su rostro en el pecho del contrario.

-¿Estas...llorando.?

-No.-mintió.

Zoro al sentir húmeda su playera lo alejo un poco para ver su cara, y efectivamente estaba llorando, leves lágrimas salían de sus azulados ojos por lo que Zoro se alarmó.

-¡¿Porque lloras?!-pregunto alarmado mientras lo tomaba de ambas mejillas.

Sanji no contesto solo volvió abrazarlo volviendo a pegar su cara al pecho.

Zoro ya no pregunto nada suponia que Sanji no quería hablar no quería incomodarlo con más preguntas y solo lo abrazo de vuelta.

Se quedaron un minutos más así hasta que Sanji se separo un poco, miró arriba topandose con sus ojos, los suyos aún seguian húmedos por las lágrimas.

-Zoro, tu me gustas y mucho, no te lo había dicho porque tenia miedo de que esto no funcionará pero cuando le dijiste a los chicos que salíamos me hizo muy feliz, feliz porque al fin era correspondió por alguien.-sonrió mientras lloraba.-tengo miedo de que...tu también me dejes.

Zoro al ver y escucharlo sintió nuevamente esa calides en su pecho, sabía que ers correspondido, pero escuchar ese "tu me gustas" le devolvía el alma al cuerpo.

-¿Por te dejaría? Eres todo lo que quiero y más, luche constantemente conmigo mismo para aceptar que estoy enamorado de ti y no va a ser en vano porque quiero que estemos juntos.

Sanji comenzó a llorar de nuevo, nunca nadie se había esforzado para estar con él y ahora que lo hacían simplemente no se lo creía.

Le ganó el sentimiento por lo que era inevitable llorar, estaba enamorado y era la primera vez que no dolía, amaba la sensación de estar enamorado pero al final siempre terminaba de manera cruel por lo que su perspectiva en el amor había cambiado bastante.

Pero Zoro había sido ese rayito de luz, al conocerlo nunca imagino que terminaría enamorado, no había estado en sus planes, pero no podía evitar ser un enamoradizo.

Regresaba a la realidad, seguía en los brazos de aquel peliverde esperando a que hablara, Sanji no sabía que decir.

-No tienes que decir nada si no quieres.

Ambos se tomaron asiento en el sillón, Sanji seguía sin decir nada, se le veía pensativo.

-Y-yo, quiero decir tantas cosas pero, no sé cómo sacarlo de mi.

Zoro lo abrazo una vez más, trayendo hacia el aquel delgado cuerpo.

-Esta bien, solo quedémonos así.

Sanji se recargo sobre el sillón dejando caer a Zoro sobre su pecho, ambos quedando recostados.

El rubio acariciaba la cabeza del peliverde pasando sus dedos entre ese corto cabello verde.

Zoro estaba tranquilo, su mente se encontraba tranquila, desde que conoció a Sanji pasó de pensar bastante a ya no pensar en nada.

Lo único que pasaba por su mente era ese rubio de ojos azules que cocinaba riquísimo.

Sin duda quería pasar el resto de su vida con el si el destino se lo permitía.

-Sanji.-habló el peliverde sin moverse de la posición en la que estaba.

-¿Si?-respondió con una voz dulce.

-Crees, que ¿podría ser tu novio?.

Sanji detuvo de mover la mano que tenía sobre la cabeza de aquel peliverde.

Aquella pregunta le había sorprendido bastante.

-¿Hablas enserió.?-El de pelo verde se había incorporado teniendo al rubio cara a cara nuevamente con sus ojos llorosos.

-Hablo muy enserió, solo si tu quieres.

-Zoro, claro que puedes, si quiero ser tu novio.-se lanzó sobre el para abrazarlo una vez más, pasando sus brazos por detrás de su nuca, el peliverde también correspondió ese abrazo rodeándolo por la cintura.

Se separo de él para poder besarle, ese beso que tenia un sabor diferente, era único y diferente a cualquier otro beso que se hayan dado antes.

Finalmente podían decir que eran una pareja oficialmente, ambos estaban feliz y empezaban una etapa juntos.

Pasaron un rato más sobre ese sillón se habían puesto de acuerdo para empezar a ver algo en el televisor que no se habían dado cuenta que Nami y Luffy habían llegado.

-¡Sanji! Que gusto tenerte aquí otra vez.

-¡Nami!-Se levantó a abrazarla.

-Espera, ¿estuviste llorando?-pregunto nami al verlo bien.-espero que este gorila verde no haya sido el causante.

Zoro solo volteo los ojos fastidiado por el comentario de la peliroja.

-Si fue el pero, fue de felicidad-volteo a mirarlo y sonrió al verlo.-Al fin me pidió ser su novio.

-¡Que! No puedo creer que lo haya echo al fin.

Luffy para todo esto solo se encontraba viéndolos sin decir nada, no entendía la situación, o tal vez si, un poco pero le daba igual opinar, estaba feliz por el entendía perfectamente todo lo que había pasado Zoro y cómo le había costado aceptar sus sentimientos, tanto cómo el y como Nami eran testigos del gran cambio que habían echo Sanji en la vida del peliverde.

Amigos en común  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora