Amigos en común

veinte

Pasron algunas semanas y su relación iba bastante bien, ambos se la pasaban mejor que nunca, se divertían y salían cada que podían.
Ambos repentinamente se ocupaban en el trabajo, más qué nada Sanji, el restaurante lo mantenía muy ocupado, pero eso no le impedía verse con el peliverde.

Ese día Zoro se había decidido ir a darle una vuelta a Sanji por el restaurante, tenía algunos días sin verlo y ya comenzaba a extrañarlo.

Al entrar el lugar no estaba tan lleno como de costumbre, Sanji no se veía por ningún lado,pensó que tal vez estaría en la cocina.

Tomo asiento en una mesa y espero a ser atendido y esperaba que Sanji fuera el que lo hiciera.

Pero no.

Se acercó su el dueño del lugar.

Su suegro por así decir.

—¿Tu eres Zoro?—pregunto con una voz intimidante pero Zoro no se asusto ni un poco.

—¿Quien pregunta?—respondió.

—Soy el padre de Sanji y dueño de este lugar.—se cruzo de brazos.—Sanji a hablado mucho de ti y solo te advierto que si le haces algo o lo haces sufrir te la veras conmigo, te ira igual como a todos los bastardos que han salido con Sanji.

Zoro soltó una pequeña carcajada.

—No tiene de que preocuparse suegrito,  Sanji esta en buenas manos.

El viejo Zeff sonrió levemente.

—Bienvenido, y si buscas a Sanji no está, pidió el resto del día ya que tuvo una visita inesperada.

—¿Que?¿visita?¿Sabe de quien?

—Haces muchas preguntas mocoso.—dijo para después irse.

Zoro salió rápidamente del local y se dirigía a su auto en marcha a casa de su novio.

Las calles se movían solas, no podía entender el porqué sanji vivía en una calle tan revoltosa que hacía que se perdiera y tardara más en llegar.

Si no es una visita importante no creo que le moleste que su novio este ahí ¿no? ¿Quien puede ser más importante que su novio?

Nadie.

Pensó el peliverde.

Al llegar tocó la puerta esperando a que le abrieran y después de unos minutos fue abierta.

—¿zoro? ¿Que haces aquí?—pregunto Sanji extrañado.

—¿no puedo venir a visitar a mi novio?

—¿Sanji quien es?—Una voz femenina se escucho dentro de aquella casa.

—Sanji, Quien es.—pregunto serio.

Atrás de Sanji apareció una bella mujer de cabello rosado y ojos azules.

Zoro entro al departamento con una cara seria, estaba esperando respuestas.

—Sanji ¿Quien es el?—pregunto sonriente.
—Ah...el es...—no termino de hablar ya que había sido interrumpido.
—Su novio ¿Quien eres tu?.
—¿Novio? No me contaste que tuvieras novio.
—Reiju...yo.
—Sanji, que hace esta mujer aquí.—pregunto el peliverde.
—Ella solo vino de visita y...
—Si, lo extrañaba mucho y tuve la oportunidad de venir a verlo asi que lo hice.—dijo la pelirosa.
—¿a si?bien, los dejo solos.—dijo Zoro y se fue.

Zoro bajo todos los escalones, estaba por llegar a su auto pero una voz lo detuvo.

—¡Zoro!—era sanji, su voz se escuchaba agitada por correr a toda prisa.