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En alguna parte del Cielo.

El chico se quitó la capucha en frente de sus superiores pues le tocaba presentarse para contarles lo que sucedía con los signos.

—¿Y? Dime, Cetus qué tienes noticias de esos traicioneros—habló Aquila con su diestra en su mentón.

—Encontraron la cueva y el escrito de Géminis—contó sin mirar al mayor.

Aquila chasqueó la lengua molesto.

—Por supuesto que fue así—masculló molesto—. Haz cualquier cosa para detenerlos, más te vale no fallar esta vez.

—Sí, señor—afirmó levantándose del suelo y saliendo del lugar.

Una parte muy profunda de él no les quería hacer daño alguno pero si no lo hacía, sus superiores no lo iban a soportar.

Se había dado cuenta desde hace algunos días que ellos parecían haber cambiado bastante, varios no estaban tan desagradables como él los recordaba y de verdad se estaban esforzando.

De verdad no los quería dañar.

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Cetus volvió en un parpadeó a la tierra, viendo que los signos exiliados no se habían movido mucho de donde los había estado observando todo este tiempo. Los miró unos segundos solo para escuchar a dónde se dirigían.

—¿A dónde iremos primero?—preguntó Escorpio mirando a Libra.

—Supongo que iremos donde empezamos—inició Libra mirando a todos sus amigos y luego a Acuario, quién asintió.

—Iremos a la Nación de Aire—dijo con una suave sonrisa.

Los otros chicos asintieron, aunque un poderoso estruendo los alertó, no sólo a ellos sino que al observador también.

Lo que antes eran ruinas comenzaron a moverse y repararse con una fuerza de lo que parecía ser viento, las paredes de piedra se acomodaban de forma perfecta.

—Oh—soltó Sagitario cuando terminó de acomodarse.

Cetus miraba todo muy sorprendido.

—Así que eso iba a suceder si se reunían los doce—dijo con sorpresa mirando la preciosa construcción.

Decidió irse de ahí antes de que los otros se percataran de su presencia, ya que al haber recuperado sus recuerdos de signos también se le agudizaron más sus sentidos de deidades.

Virgo miró el bosque con los ojos entrecerrados, juraría que sentía que los miraban.

—¿Todo bien?—la voz de Piscis hizo que saliera de sus pensamientos y le sonrió a este.

Skyfall | ᶻᵒᵈⁱᵃᶜᵒ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora