Skyfall | ᶻᵒᵈⁱᵃᶜᵒ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

33.

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Aries notó de forma inmediata el cambio de ánimo de Leo, se veía mucho más feliz que antes.

Su aroma se había vuelto más dulce y había días en los que se mezclaba con el de Géminis, detonando que habían estado juntos.

Estaba feliz de que sus cachorros se encontraran bien.

Sagitario cada vez que tenía libre lo veías con Escorpio.

Y Leo, como se dijo antes, se le veía con Géminis.

Aunque no habían formalizado nada todavía.

Era raro, la verdad, ver a un omega cortejar a un alfa, cuando técnicamente debía ser al revés.

Pero Leo siempre encuentra algo que darle a Géminis por mínimo que sea.

—Mira, encontré esta piedrita en el río—le extendió una piedra que parecía de cristal—, le pregunté a la Deidad Cáncer si podía tomarla.

Géminis miró con ternura al omega que le extendía el objeto con ambas manos y las mejillas sonrojadas.

—Él me dijo que podía solo si se la daba a alguien que...—su voz se fue apagando y se alejó avergonzado.

Géminis se acercó al menor con una sonrisa divertida.

—A alguien que...—lo animó a continuar pero el menor movió su cabeza de un lado a otro.

—Ya no quiero decirlo, me dio vergüenza.

Géminis se rió con suavidad y tomó la piedra.

—Gracias—le besó la mejilla y Leo jugó con sus manos.

Juntó valor y apretó sus manos mirando fijamente al mayor.

—A alguien que amara con todo mi corazón...—confesó y el signo mayor lo miró con sorpresa—tu...tu eres esa persona, Géminis.

El corazón del alfa se agitó con fuerza y sus mejillas se tiñeron.

Apretó con anhelo la pequeña y linda piedra.

—Gracias, la guardaré cuidadosamente...—soltó con sinceridad y Leo le sonrió en grande.

El signo de los gemelos no creía soportarlo más.

Cada vez que el signo del león hablaba, reía o le sonreía unas ganas de besarlo lo embargaba con fuerza.

Tomó las mejillas del más joven y lo acercó.

El corazón de Leo se detuvo por la sorpresa pero cerró sus ojos en cuanto sintió los labios del mayor sobre los propios.

El beso fue como la primera vez.