Skyfall | ᶻᵒᵈⁱᵃᶜᵒ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

17.

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Libra había decido hablar con Capricornio al verlo solo en la casi inexistente fogata.

—Hola—lo saludó sentándose a su lado. Capricornio lo miró de reojo y movió su cabeza en señal de saludo.

—Hola—le devolvió luego de unos segundos.

Los dos volvieron a mirar la fogata.

—Lo siento...por ignorarte—soltó Libra finalmente.

—Oh, no te preocupes...entendía porqué lo hacías—le sonrió de lado y Libra suspiró con alivio. Capricornio miró sus manos preocupado—Eh...Lib.

—¿Sí?—le preguntó con suavidad.

—¿Tu sabes porqué Acuario me ignora?—le preguntó mirando con ojos suplicantes al contrario, deseando fervientemente que lo supiera.

Libra notó que en la mirada contrario se notaba la desesperación por saber el porqué del actuar de Acuario hacia él.

—No lo sé—respondió en un cansado suspiro.

—¿P-pero no te ha dicho nada sobre mi?—le preguntó acercándose al contrario.

Si supieras que me dijo de ti. Soltó una suave risa en su interior.

—No, lo siento—volvió a suspirar.

Obviamente no le iba a decir iba a delatar a su mejor amigo, iba a esperar que este tomara la valentía de volverle a hablar de forma normal al alfa.

—Oh...—Capricornio miró el suelo y luego suspiró—. Bueno, gracias de todas formas—el menor se levantó y se encaminó a su tienda—. Buenas noches, Lib.

—Buenas noches igualmente—se rió luego de que Capricornio entrara a su tienda.

Definitivamente el signo de tierra no estaba nada de bien con la evasión de Acuario.

Libra se quedó sus buenos minutos mirando el cielo, no entendía cómo pero la atracción que sentía por Capricornio iba en disminución a medida que se acercaban a las ruinas; estaba entusiasmado por llegar a ese lugar y no sabía porqué.

Cuando se fue a acostar se durmió de forma inmediata soñando algo que lo dejó completamente confundido.

—Te amo, Libby—vio como un chico con el cabello tan rojo como las propias rosas le sonreía, más no podía ver su rostro pero sintió como su corazón se aceleró al sentir las manos del desconocido en su rostro.

—Yo también te amo—las palabras de Libra salían sin él poder controlarlas.

El chico se rió y fue una de las cosas más bonitas que Libra pudo haber escuchado en su vida. El sueño siguió su curso y Libra nunca en su vida se había sentido tan amado.