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27 de noviembre
Restaurante

Hanna.

La ex de Noelia era su nueva empleada. Había contratado a la ex de Noelia.

La cabeza de Ruby se quedó bloqueada en aquellos pensamientos.

- Yo, yo no lo sabía. No quería... no quería, no la hubiese contratado si lo hubiese sabido- dijo como pudo buscando los ojos del pelirrojo. Su respiración se había alterado, y sus dedos temblaban suavemente.

- Ruby, calmate- pidió Chris, poniendo su mano sobre las de la pelinegra, que se había puesto pálida por segundos- Está claro que no lo sabías.

- Pero no saberlo no quita el hecho de que haya contratado a Hanna. No lo cambia.

- Claro que lo cambia. No has hecho nada malo, cariño. Has contratado a una mujer con un excelente currículum, no a la ex de Noelia, eso te tiene que quedar claro. En ningún momento has querido dañar a Noelia- Ruby negó, en su vida se plantearía hacerlo.

- Debería hablar con Noe, llamarla, disculpame o ir a su casa- Chris se quedo callado, porque ya no sabia que más decirle- Me tengo que ir ya, lo siento- y tras decir eso se levantó de la silla sin dejar que el pelirrojo protestase.

Mientras caminaba directa a su despacho abrió el chat con la mayor, escribiéndole un mensaje rápido.

Ruby: Estás en casa??
Ruby: Voy hacia allí.
Ruby: Contestame, por favor.

Ruby recogió con prisa sus cosas, apagado el ordenador y tomó los documentos para meterlos en su bolso de forma un poco desastrosa. Por la noche ya los ordenaria, después de hablar con Noelia, claro.

Un golpe en la puerta hizo que levantara la cabeza. No tenía tiempo para ponerse a hablar, ni de reunión.

- Adelante- habló mientras tomaba su abrigo del perchero. La puerta se abrió y el rostro de Hanna Adler se asomó. Era verdad, le había dicho que fuera a verla cuando terminara de revisar las ideas para la nueva valla publicitaria.

Pero en aquel momento, su nueva empleada, era la última persona que quería ver.

- ¿Se marcha, señorita Morgan?- Ruby tensó su mandíbula. Podía empezar gritando, luego reclamarle por haber quitado a Noelia su hermosa sonrisa para terminar por echarla de su despacho y decirle que no volviera nunca. Aquello no le parecía una mala idea, pero no debía.

- Si, me han salido unas cosas urgentes- fue todo lo que dijo terminando de ponerse el abrigo- ¿Es muy importante lo que me tienes que decir o puede esperar al lunes?

- Eran las ideas que me había pedido.

- El lunes las veré, ahora no puedo- dijo terminando de ponerse el abrigo correctamente, bien, ya estaba lista para irse. Entonces su teléfono vibró, en su pantalla el nombre de Noelia junto a unas estrellas y un corazón- Es una llamada privada, puede...

- Si, si. Nos vemos el lunes, señorita Morgan- Ruby sonrió forzosamente y nada más la puerta se cerró, descolgó.

- Noe...- no sabía que debía de decir primero ¿Disculparse? ¿Pregúntale si estaba bien?

- He leído tu mensaje. Estoy llegando a casa ¿Vas a tardar mucho?

- No, voy a salir ya de las oficinas y si no pillo tráfico en nada estoy- respondió saliendo de su despacho y cerrandolo con llave. Ambas se quedaron en silencio por unos segundos- Noe... yo de verdad lo si...

- No te disculpes- La interrumpio antes de que terminase la frase. Noelia estaba enfadada con ella, no quería su perdón, pensó- No tienes la culpa de nada.

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