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26 de noviembre,
Oficinas.

- Bien, le dejo entonces con ellos para que terminen de explicarle todo. Si tiene alguna duda enviame un mensaje o correo. Vendre más tarde- le dijo Ruby a su nueva empleada con una sonrisa, desde el otro lado de la puerta. La había dejado en el despacho con sus demás compañeros después de hacerle un breve recorrido y explicar lo que iba a estar haciendo durante el primer mes.

Todo tenía que ir poco a poco, primero quería que se acostumbrase al trabajo en la empresa, le había tenido trabajando en las oficinas de Los Angeles desde hacia un par de meses, ahora tocaba dejar que se amoldara al trabajo allí.

Sacó el telefono de su bolsillo y le envió un mensaje a Noelia con una enorme sonrisa.

Ruby: Voy a tu despacho y nos vamos ya a comer??
Ruby: Me muero de hambre.

Mientras esperaba respuesta fue a su despacho para coger el bolso y luego hasta las escaleras. Era solo un piso lo que tenía que subir, tardaba menos por ahí.

Miró el telefono, esperando encontrar una respuesta afirmativa a su pregunta. Pero no había si quiera respuesta.

Raro.

Ruby dejó de subir los escalones, extrañada. Noelia solía tardar menos de cinco minutos en contestarle, más aún si era la hora de comer.

¿Le habría salido una reunion inesperada? Tal vez solo estaba concentrada en el trabajo y no se había percatado del mensaje.

Decidió ir al despacho de la mayor, para comprobar si estaba allí. Llamó un par de veces a la puerta, pero no hubo contestación, trató de abrir la puerta pero estaba cerrada con llave.

No estaba.

Tomó nuevamente su telefono y le escribió otros dos mensajes.

Ruby: Amor...
Ruby: Donde estas???

Y cuando envió aquellos dos mensajes se dio cuenta de que solo un tick aparecía al lado. Los mensajes no le estaban llegando, y de hecho, el anterior tampoco, ninguno lo había hecho.

Mordió su labio inferior nerviosa. Noelia no solía desconectar su teléfono, mucho menos en horas de trabajo.

Mientras volvía a su despacho con el estomago lleno de incertidumbre le envió un mensaje a Christian. Tal vez él sabía algo.

Ruby: Sabes algo de Noe?? Habíamos quedado para comer pero mis mensajes no le llegan.

Su mensaje llega casi de inmediato, es corto y solo hace que la ansiedad en el estomago de Ruby se incremente.

Chris: Ha tenido que salir.

Seco, demasiado seco como para ser un mensaje escrito por el pelirrojo. Esperó unos segundos por algún otro mensaje, pero Chris se desconectó y ella también lo hizo con un suspiro.

La ansiedad de que algo va mal ocupa su estomago por completo, y la feroz hambre que estaba sintiendo hace unos minutos desaparece. A penas le entraría en aquel instante un sándwich, así que se decidió compar un zumo en una maquina expendedora, decidiendo que aquello sería su comida.

Volvió a su despacho y se encerró, empezando a organizar reuniones y descartar conjuntos que le habían ido llegando al correo. Durante el resto de la tarde su ansiedad solo aumentó, Noelia le había dejado plantada para comer sin avisarla, sus mensajes no le llegaban y Chris había estado actuando raro.

Miró su teléfono esperando encontrar algun mensaje de Noelia después de cuatro horas, pero nada. Ni siquiera le habían llegado. Su ansiedad creció de la misma forma que su preocupación. Podría haberle pasado algo.

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