En la cima

20.

22 de agosto, pub donde se celebra el cumpleaños de Samantha
22:12

-Creo que tendríamos que hablar.

Ruby levantó finalmente la vista de sus pies buscando algo de enojo en los ojos ámbar que tenía delante suya, pero no pudo descifrar nada, demasiadas emociones contradictorias.

¿Debería disculparse? Aunque, ¿Disculparse de que exactamente?

Noelia fue a hablar nuevamente pero un pequeño empujón en su espalda hizo que se callara. Miró al hombre que había detrás de ella, haciendo con las manos un gesto de disculpa.

- ¿Estás bien?- preguntó Ruby cuando la volvió a mirar y Noelia se percató de que si quería tener una conversación tranquila, en un pub con la música por encima de las voces de los presentes no iba a ser un muy buen lugar.

- Si. Vamos a hablar en otro sitio- Ruby la miró ansiosa, asintiendo y nada más empezó a caminar la siguió a un escaso metro de distancia. Fueron hasta el pequeño patio que había en la parte trasera de la discoteca al aire libre, principalmente para la zona de fumadores.

Cuando la puerta se cerró la música paso a estar a un segundo plano y el rocío de la noche daba la sensación de frío.

Noelia miró los ojos de Ruby nada más se quedaron solas y se lamió los labios como gesto nervioso.

- Me parece que deberíamos volver a hablar las cosas, ahora que no tienes novio.

- ¿Eso cambia las cosas?

- ¿Quieres que las cambie?- Ruby miró al cielo, azul oscuro, el sol todavía no había terminado de ocultarse pero ya se podían ver algunas estrellas que con timidez brillaban. Al ser verano los días aún duraban.

- Si te soy sincera... No lo sé. Me gustas, mucho, por si no había quedado claro con la bocazas de tu hermana- mientras hablaba Ruby evitaba los ojos de la mayor, tal vez si se encontraba con ellos no fuera capaz de continuar hablando- A lo que quiero llegar es que no se si después de romper con Mario estoy preparada para una nueva relación. No tan pronto.

- Lo entiendo...

- Pero eso no quiere decir que no quiera conocerte de un modo más... Ya sabes, quiero hacerlo. Quiero experimentar este nuevo lado de mi que he descubierto y dios, me muero por besarte cada dos segundos- esto lo dijo con una suave risita al final, nerviosa. Las palmas de sus manos estaban sudadas y las pasaba por su chaqueta con insistencia, tratando de secarlas- ¿Sigues queriendo besarme?

Noelia le miró sorprendida ¿En serio le estaba preguntando aquello? ¿No estaba clara su respuesta?

- Obvio que si- Ruby llenó sus pulmones de aire nuevamente sin poder apartar la vista de los ojos de Noelia. Aquellas palabras eran las que faltaban para darle el coraje que necesitaba. Dio un pequeño paso acercándose a la mayor y la besó, juntó sus labios con los de Noelia tomándola por sorpresa y no pudo evitar sonreír cuando vio que le correspondía el beso.

No habían prisas, no habían posibles remordimientos solo dos mujeres que se gustaban.

La mano de la mayor fue a parar a su cintura haciendo que Ruby diera un pequeño salto al notar lo fría que estaba.

- Perdón- susurró Noelia contra los labios de la pequeña al darse cuenta de su reacción, bajando las manos hasta la cadera, donde el pantalón cubría su piel.

- Está bien- y volvió a juntar sus labios, tomándole de las mejillas para asegurar que no se volviera a alejar. Besar a Noelia estaba haciendo estragos en sus piernas, que parecían gelatina y en su estómago un hormigueo conocido se instaló. Quería gritar y soltar toda aquella emoción que llevaba dentro. Se sentía como si le hubiera dado un subidón de energías.