En la cima

24.

1 de septiembre, casa de Noelia
5:27

Noelia se despertó de golpe, sudada. Inhaló y exhaló viendo su habitación completamente oscuras, después se giró para ver la hora. Todavía eran las cinco de la mañana, podía dormir por un par de horas más. Encendió el ventilador que tenía en el techo y se dió la vuelta, tratando de dormir un poco. Solo había sido una pesadilla, un mal sueño sin sentido que a decir verdad prácticamente no recordaba. Cerró los ojos por unos minutos, tratando de poder descansar un poco más, antes de volver a abrirlos y darse la vuelta en la cama.

No podía volver a dormirse. Con un suspiro y resoplando de mal humor encendió la luz y se sentó en medio de la cama. Bostezó y se levantó finalmente.

Caminó con pereza y descalza hasta el baño donde se quitó la ropa y se dió una ducha para terminar de despejarse. Si no podía dormir era una tonteria continuar en la cama. A la media hora salió completamente despierta y aún no eran ni las seis de la madrugada.

Bajó las escaleras y fue directa a su pequeño despachó que antes solía usar con mucha más frecuencia. Encendió el ordenador y sacó unos papeles antes de ir a la cocina para tomar un batido de chocolate de la nevera que le serviría como desayuno. Podía aprovechar el madrugar para adelantar trabajo. Estuvo inversa en el trabajo por poco mas de una hora, justo a las siete y quince minutos la alarma de su teléfono sonó, supuestamente para despertarla.

Se levantó del sillón y apagó el ordenador para subir hasta su habitación y cambiarse de ropa. Hoy podría llegar un poco antes al trabajo. Sacó unos pantalones negros y una blusa, era su típico oufit para un día de trabajo normal, pero luego pensó en Ruby. Quería verse bien, quería llamar su atención hoy después de practicamente no poder hablar ayer. Así que dejó lo que había tomado de vuelta y tomó el nuevo conjunto que aún no había salido a la venta.

Se vio en el espejo y tomó aire. Perfecta. Sin demora salió de su casa para ir a trabajar con su coche. Y así fue, casi media hora después Noelia puso nuevamente los pies en la avenida donde trabajaba, solo que a aquella hora habían menos personas en la calle.

Hoy podría coger los ascensores sin problemas, pensaba en tanto caminaba hasta que yo un fuerte gritó que decía su nombre.

- ¡Noe!- se giró para ver a la representante de Louis Vuitton caminando con sus elegantes tacones en su dirección con una sonrisa que le iba de oreja a oreja. La representante de Cartier la escaneó de arriba a bajo y esperó a que Ruby llegara a su lado antes de dejarle un beso en la mejilla que le tomó con la guardia baja- ¿T-tan pronto a trabajar?

- Podría decir lo mismo de ti. Supongo que ambas tenemos bastante trabajo hoy- la pelinegra empezó a caminar, como llevaba tacones volvía a ser más alta que Noelia.

- Si... la dichosa reunión de inicios de mes me quita demasiado tiempo.

- Tardabas en odiarla- fue todo lo que dijo Noelia. Ruby la miró por un tiempo, manteniendo el ritmo a su lado y sonrió un poco.

- Te ves bien hoy- la mayor levantó la vista del suelo y la miró ilusionada. Nunca iba a admitir que se había puesto aquella ropa por ella.

- ¿Me estas coqueteando?- preguntó con un tono gracioso. Ruby sintió sus mejillas arder y se arrepintió de haberle subido el ego.

- Cuando alguien te dice un cumplido, se dice gracias y se devuelve. Tienes suerte de que si te estaba coqueteando- Noelia sonrió un poco al escucharla.

- Tu también te ves... Bastante bien.

- ¿Y esa pausa dramática? ¿Te lo has pensado? ¿No te gusta mi outfit de hoy a caso?