-Noe...lia- se corrigió automáticamente. De manera inconsciente había ido a llamarla por el apodo que usaba su hermana. Llevaba desde el cumpleaños usándolo, en su mente Noelia había dejado de ser Noelia, y ahora solía llamarla simplemente Noe.
- Puedes llamarme Noe, no te preocupes.
- Oye, ¿Por qué ella si y yo no?- se quejó el pelirrojo cruzándose de brazos y tratando de lucir molesto.
- Simple, porque tú cantabas la canción de El arca de Noé cada vez que me llamabas, y espero que Ruby no lo haga.
- No lo haré, lo prometo- dijo rápidamente la representante de Louis Vuitton.
- Entonces puedes llamarme Noe siempre que quieras- la sonrisa que se le formó nada mas escuchó su aprobación fue de todo menos pequeña.
- Por cierto tengo tu café en mi escritorio, ahora te lo llevo a tu oficina.
- No hace falta, voy allí a por el. Así tengo una escusa para volver más tarde al trabajo, con un pequeño saludo de manos Ruby y Noelia se marcharon al ascensor .
- Tu amado café- Una vez dentro del despacho Ruby sacó el macchiato de su bolso y con una sonrisita Noelia lo cogió- Voy a pedir a la fábrica que me haga un descuento un día de estos- bromeó viendo cómo la mayor agitaba el café.
- Estoy segura que te lo darían- sus risas fueron interrumpidas por el sonido del teléfono de la pelinegra. Noelia miró la hora, adivinando quién era. Pero para su asombro cuando la melodía cesó no se escuchó la voz de Ruby. Había rechazado la llamada. ¿No sería su novio?
La representante de Louis Vuitton dejó el teléfono sobre el escritorio antes de volver a ver a la mayor y sonreír.
- Entonces voy a pedir ahora mismo el descuento- continuó la broma ignorando por completo la interrupción. Pero el teléfono volvió a sonar y esta vez Noelia si le alcanzó a leer el nombre de "mi amor" en la pantalla.
Ruby volvió a colgar la llamada y lo dejó de nuevo en el escritorio solo que esta vez boca bajo. Noelia pudo distinguir algo de molestia en aquellos ojos marrones. ¿Le habría ocurrido algo? Decidió ignorar su curiosidad y centrarse en retomar la conversación anterior. No le tenía que importar los problemas amorosos de ella.
- ¿Dónde vamos esta noche? Es tu cumpleaños ¿No?
- Si, si. Iremos al mismo sitio que la otra vez. Chris está obsesionado con ese lugar- Ruby asintió. Aquel lugar le pareció cómodo la última vez- Bueno, creo que tengo que irme.
- ¿Que? ¿Ya? Pero aún no te has terminado el café- Ruby quería pasar un poco más de tiempo con ella. En respuesta Noelia levantó su teléfono, mostrándole la llamada entrante. Al parecer si no era a una era a la otra.
- El deber me llama.
- Está bien, nos vemos esta noche- se despidió finalmente. Estaban en horario de trabajo, no podía hacer nada contra eso.
Con desdén Ruby tomó su teléfono, viendo las mas de cinco llamadas perdidas de su novio. Estaba cabreada con él.
El otro día cuando volvió del cumpleaños de Noe tuvo una pequeña discusión con el, al parecer al hombre no le había parecido buena idea que se fuera y lo dejara solo. Tampoco le pareció gustarle la idea de que se juntara con Noelia, así que estuvo toda la semana bastante pesado con el tema.
¿Pero que había de malo juntarse con Noelia? Nada. Ella ya no era la imbécil que solía ser, si no que se comportaba más bien como una buena amiga. Así que no veía el porque de tener que mantener su distancia con ella, y eso fue lo que le dijo a su novio. Aquella contestación pareció no gustarle mucho, pero el hombre ya no dijo nada.

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En la cima
RomanceEran las personas más diferentes que podían existir. Una no creía en el amor y la otra vivía por él. Noelia hacía lo que quería, y Ruby solo lo que le decían. Una mujer con un profundo corte que no sana, y otra mujer con mil heridas que no sabe que...