19 de diciembre
Casa de Ruby- Listo- dijo Noelia una vez terminó de cerrar la cremallera del vestido de Ruby- ¿Algo más?
- Los zapatos, no puedo atarlos- Noelia levantó las cejas y se agachó para atarle los tacones a su novia, agradeciendo de llevar un traje que le permitía moverse decentemente- Muchas gracias.
- Aquí no sirven las gracias, el lunes me invitas a comer- Ruby rodó los ojos al escucharla, sonriendo. Como si no se invitasen entre ellas continuamente a comer todos los días.
- Como quieras- dijo tomando el bolso que iba a llevar aquella noche entre sus manos para poner las cosas necesarias dentro de él.
Al final si que iban casi conjuntadas, o bueno, complementadas, habían estado mirando que ponerse toda una noche después de ir a ver las luces de navidad que habían colgadas por la ciudad.
Ruby lucía un vestido de invierno amarillo pastel, no era navideño, pero por lo que había escuchado nadie iba vestido de forma navideña a aquella fiesta. Noelia por su lado iba con un traje de color morado claro.
Lo único que llevaban igual era el collar, collares que compró el mismo día que fueron a ver las luces navideñas de la ciudad.
Ruby salió de la habitación y fue a su salón, que era la primera vez que tenía la decoración de navidad puesta tan temprano, normalmente se esperaba a que fuese prácticamente el día de Navidad para decorar. Pero aquel año Noelia insistió el fin de semana anterior en que tenían que decorar ya la casa, así que fueron de compras porque prácticamente no tenía adornos navideños.
Ahora tenía un enorme árbol repleto de bolas navideñas, pegatinas en los ventanales, calcetines colgados en la pared y espumillon en los muebles.
Y ni hablar del mantel y las servilletas navideñas, Ruby prefería olvidar que su casa parecía la fábrica de juguetes en aquel momento.
- El taxi llega en cinco minutos- le recordó su novia, que buscaba su bolso, cuando lo encontró se lo colgó en el hombro- ¿Vamos?
La representante de Luis Vuitton asintió, asegurándose de que no se dejaba nada, tomó la mano de Noelia que estaba tendida en su dirección.
El trayecto del taxi fue una conversación tranquila por parte de ambas, sobre si Christian habría llegado ya. Aunque interiormente las dos mujeres estaban increíblemente nerviosas, ambas sabían que nada más saliesen del taxi juntas los rumores volverían a correr y ni hablar cuando se diesen algún beso o tuviesen algún gesto cariñoso entre ellas.
Pero si algo claro tenían ambas, y lo habían hablado con anterioridad, que no iban a disimular, no iban a hacer como hacían entre semana de evitar ir tomadas de la mano si estaban cerca de las oficinas. Aquello se había acabado.
Cuando el taxi paro, Noelia pagó y ambas se bajaron, encontrándose con un edificio lujoso y unos seguratas en la puerta, acompañados de varios empleados que recién llegaban.
- Por cierto ¿Te sabes el menú?- preguntó Ruby, tomándola del brazo.
- Comida- la pequeña rodó los ojos escuchando la risa de su novia.
- Eres Einstein.
- No, soy la creadora todopoderosa del universo- Ruby volvió a rodar los ojos, sonriendo al recordar aquella broma de ambas.
Después de dar sus nombres a los seguratas, ambas entraron al edificio.
En el interior había un enorme catering gourmet montado, con empleados por todos los lados vistiendo formal y hablando en pequeños grupos.
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En la cima
RomanceEran las personas más diferentes que podían existir. Una no creía en el amor y la otra vivía por él. Noelia hacía lo que quería, y Ruby solo lo que le decían. Una mujer con un profundo corte que no sana, y otra mujer con mil heridas que no sabe que...