MI ALBATROS

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CAN

Hoy conoció de Sanem que no es una mujer que se deja intimidar con facilidad, es determinada y decidida. Le sorprende que no sea la típica damisela en peligro, frágil, que se deja amilanar y que cede ante el primer ataque, Sanem era distinta y ella misma se encargó de dejárselo muy en claro.

_¿En qué diablos te estas metiendo Can?_ Se cuestiona a sí mismo.

Ese carácter indomable, irreverente, explosivo, apasionado e insolente, lo sobrecoge, de tal manera que lo enoja, lo espanta pero también le atrae.

Lo invadió un sentimiento de pena y hasta vergüenza cuando supo lo de las marcas en sus brazos.

¡¡Ese maldito de Ozgur!!

Pronunció con odio mientras subía a su auto.

Escucharla decir con tanta vehemencia que lo odia fue desconcertante y revelador, una verdadera epifanía que nunca había experimentado.

Can Divit, siempre ha creído que un hombre es feliz con cualquier mujer siempre y cuando no la ame y el nunca ha amado a ninguna, pero es un hombre acostumbrado al amor que ellas le profesan; ese amor fácil, sin compromiso, sin dramas, donde sólo existe un vínculo sexual. Se ha acostumbrado al cariño que ellas le dan, mujeres que morirían por estar con él y que en cuestión de minutos podían confesarles que lo aman con locura y jurarle amor eterno, en ese un juego de tomar de ellas lo que quiere y disfrutar, pero nunca antes alguna de ellas le había hablado con tanto desprecio cómo lo hizo Sanem hoy y escuchar de esos hermosos labios que lo odiaba, era real y absolutamente abrumador.

_ ¡Sanem, Sanem!_ sonríe de medio lado ante la lenta pronunciación de su nombre, recordando cuando le exigió que no la llame mocosa.

Debía admitir en la privacidad de sus pensamientos de que esa mujer le atraía, la pasión con la que hablaba, el tono de su voz, su sonrisa, _¡hasta enojada es bonita!_ .

Pero no puede dejar que eso lo distraiga de su objetivo, no puede permitirse crear ningún vínculo ni sentimiento por la hija de un asesino. Sanem es sólo un medio para lograr un beneficio, no debía olvidarse de ello.

Ella no desea una boda y la verdad es que él no quiere obligarla a hacer más de lo que ya debe hacer, con que vayan al registro Civil y les den el libro de familia es más que suficiente, además celebrar una boda cuando existirá un pronto divorcio, es la cosa más absurda que se puede hacer.

No sabe como será eso de que vivir en el mismo techo con ella, pero espera que eso no afecte su vida personal, ya que estar casado con Sanem sólo será una fachada y una vez que obtenga lo que desea, procederá al divorcio y con suerte espera no volver a verla. Pero aunque ese matrimonio sea una fachada, Sanem tiene que comprometerse a ser una esposa recatada, obediente y digna esposa de la casa Divit, así que espera que le haya quedado muy claro que no va a hacer lo que le da la gana.

Tenía que despejar la mente después de éste día, por lo que decide ir a entrenar. una vez que termina regresa a su departamento, toma una ducha caliente, se pone cómodo, come algo y revisa su correo.

Descarga la lista de invitadas la noche del aniversario que le envió Gulliz; echó una vista rápida, a casi todas las conoce, hay más de trescientas.

_¡Diablos será como buscar una aguja en un pajar!_

SANEM

Can le había mostrado una vez más que era un maldito arrogante, manipulador y egocéntrico.

Esta furiosa, cansada e indignada. No se sentía diferente a los títeres manejados con cuerdas invisibles, toda su vida sintió una presión constante, donde sus padres le indicaban la manera en la que debía comportarse, vestirte actuar o hablar, que era apropiado sentir o no, incluso que pensar, disfrazado una falsa moral y ética.

DESDE TU ODIO HASTA MI AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora