Nuestra Principessa. 8°

🔥CAPITULO 3🔥

EDITADO.

Hace unos años...

Dos semanas después...

Adrien 24 años...

🤍<<{Adrien}>>🤍

Estoy en el sofá de la sala viendo cómo mi tía manda a sus hombres a mover unas cosas, ¿Por qué está tan alterada?

Ajax: Tía ¿Estás bien?

Para que el más distraído lo note debe ser importante.

Arlene: La principessa viene a vivir aquí durante un mes y medio.

Frunzo el ceño.

Angelo: ¿Y cuál es el problema para que estés tan alterada? No sería la primera vez que duerme aquí.

Bao: El consejo de la mafia finlandesa está desaprobando que Leo le ceda la mafia a Amelie, así que entre Arlene, su madre y Maximiliano vieron conveniente que viva aquí un tiempo.

Maximiliano Rinaldi, el amigo sobrecargo de la tía caos, en uno de sus muchos viajes a Finlandia, Leo y su esposa Lía lo vieron.

Según nos cuenta mi tía, ese matrimonio quiso experimentar algo nuevo y bueno, terminaron obsesionados con él, ahora son un matrimonio de tres desde que Amelie tiene 5 años.

Arlene: Ese no es el puto problema y lo sabes, ¡Quieren casarla con un viejo de mierda que se quedará con todas sus cosas!

¿¡Qué!?

Ajax, Angelo, Adam, Dante y yo qué somos los que estábamos viendo a nuestra tía nos ponemos de pie al unísono cuando escuchamos lo que dijo, mientras Bao intenta controlar el enojo que se carga.

Comprensible.

Dante: ¿De qué hablas? ¿Cómo que se va a casar?

Arlene: ¿En algún momento me escuchaste decir que se casará? Sobre mi puto cadáver la juntan con ese viejo asqueroso.

Aleksander: Voy contigo.

Le dice al momento que entra a la sala.

Arlene: No.

Aleksander: No te pregunté.

Arlene: No te moverás de aquí, ¿me escuchaste?, te quedarás y cuidarás por mí que nadie en esta familia corra peligro mientras yo voy allí a matar al viejo.

Aleksander: Yo voy a matarlo.

Arlene: ¡Qué te quedas aquí a cuidar de la Principessa y es mi última palabra!

Aleksander: Si lo pones de ese modo, como negarme.

Un mes y medio viviendo con la principessa en la casa, ¿Quién podría negarse?

Ajax: ¿Me traes dulces de allí? Por favor.

Mi tía deja lo que está haciendo y se da la vuelta sonriendo.

Arlene: Por supuesto que sí mi niño especial, lo que me pidas.

Estoy indignado.

Bao: Pero yo era tu niño.

Aleksander: No mames, hasta pastillas para la memoria empezará a darte.

Todos nos reímos.