🔥CAPITULO 9🔥

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SIN EDITAR.

🖤<<{Aleksander}>>🖤

Bajo del carro y me doy la vuelta para abrir su puerta, le tiendo la mano para ayudarla por los tacones que tiene puestos, no quiero que se caiga.

Le invito a pasar en la casa con vista al mar a la que la traje para tenerla solo para mí.

Amelie: Es hermosa.

Aleksander: Todavía no te la mostré principessa.

Amelie: Estúpido, la casa.

Aleksander: De eso hablo, ¿Qué pensaste pervertida?

No hablaba de la casa.

No hay nada raro, es una casa común y corriente, cocina, comedor, baño y lo más importante, una habitación que tiene una pared entera de cristal para que se pueda ver el sol saliendo arriba del mar.

La llevé a la habitación que es donde la quería y ella se va hacia la pared de cristal sonriendo por las vistas, me acerco a su espalda y la agarro de las caderas pegando mi erección en su espalda baja.

Es chiquita.

Pongo mi rostro en su cuello y disfruto ver como se eriza.

Aleksander: Hiciste muy mal en ir a un lugar lleno de pervertidos sin bragas principessa.

Le doy la vuelta y la estampo contra el cristal.

Aleksander: ¿Recuerdas que hace varios años me preguntaste que me gustaba?

Asiente como puede con mi mano en su mandíbula y la otra en su cadera apretandola contra el cristal.

<<Tu lo hacias, lo haces y lo seguirás haciendo.>>

Amelie: Tu tambien me gustabas.

Lo sé, pero a mis sobrinos también y no podía hacerlos sufrir eso.

Aleksander: ¿De quien eres Amelie?

Amelie: De ustedes.

Así me gusta, aprende rápido.

Rompo el vestido en dos partes dejándola desnuda frente a mi, le clavé mis dientes en su hombro dejándolos marcados y sacándole sangre.

Amelie: mmm…

Mis marcas en todo el cuerpo de ella no se borraran por un buen tiempo, su respiración es acelerada cuando saco mis dientes de su cuello y me alejo para lentamente sacarme la ropa.

Cuando estoy completamente desnudo se queda mirando una parte en especifico, mi polla.

Amelie: Eso no entrara en mi.

Aleksander: Lo hará, tu coño está hecho a mi medida.

Si la medida sería de 27 centímetros de profundidad y 12 de circunferencia.

No la dejó pensar lo suficiente y la vuelvo a dar vuelta la alejó del cristal y la inclino para que sus manos se apoyen en el.

Levanto mi palma y le doy duro con ella en su nalga derecha mientras mi polla embiste su coño solo adentrando la cabeza.

Amelia: ¡Ah!

Aleksander: Contaras 15 azotes, te portaste muy mal principessa y dejaste que otro toque lo nuestro.

Amelie: Yo no… ¡Ah!

Otro azote impacta con fuerza en el mismo lugar, su piel es tan blanca que mi palma queda marcada en un leve color rojizo.

Aleksander: Cuenta o volveré a empezar.

Azotó mientras sigo embistiendo su coño para que solo mi cabeza entre, sus jugos han crecido con cada azote y los gemidos han aumentado.

Amelie: Mmm Quince…

Acaricio sus nalgas aliviando el ardor.

La levantó de espaldas a mi, aun dejando sus manos apoyadas en el cristal y ella dobla las rodillas para envolverlas como puede en mis caderas, empiezo a meterme en ella lentamente, su coño está haciendo un gran esfuerzo para acomodarse a mi intromisión y yo enloquezco viendo como se la traga toda, viendo sus nalgas rojas y su hombro con sangre.

Esos pendejos me deben la vida, estuve todo este tiempo sin esto.

Joder.

La empiezo a penetrar duro sin esperar que se amolde a mi, tan duro que tiene que sus manos se zafan del cristal y por poco se estrella contra el, pero la tenia bien sujeta de las caderas, vuelve a apoyar sus manos mientras sigo entrando y saliendo de ella.

Amelie: ¡Ah! ¡Aleksander!

Gime asi principessa.

Estoy sintiendo tanto placer que creo que me estoy muriendo, es tanta la intensidad con la que su coño me está apretando que la transpiración cae de mi frente al intentar no correrme.

Pero es imposible cuando su coño me empapa y aprieta tan deliciosamente, así que me corro en su interior con un gruñido de lo profundo de mi pecho.

Amelie: Me mataste.

Aleksander: principessa este es el primer orgasmo de todos los que te daré hoy.

Diez para ser exactos, en compensación por los diez segundos que dejó que la mano de aquel hombre se apoyará en su nalga.

La apoyó sobre sus pies y cedieron, así que la levanté y la senté en el borde de la cama.

Qué por cierto es de hierro, para evitar… cambios.

Mi polla sigue erecta cuando levanta su mirada hacia mis ojos, apuntando a sus carnosos labios pintados de rojo, la sola imagen podría hacerme venir.

Pero como no soy conformista muevo mis caderas y le apoyó mi polla en sus labios dejando claro lo que quiero.

Aleksander: Abre principessa.

Se la metí a la boca, agarré su cabeza y la embestí dejando mi polla el fondo de su garganta.

Le follo duro la boca dejándola algunos segundos en su garganta cortándole el paso del aire, cada vez más tiempo hasta que sus ojos tienen lágrimas, pero no me saca de igual forma cuando la dejó tomar aire.

Hago muchas veces eso mientras muevo de cadera para llegar más profundo.

Aleksander: Aprieta principessa.

Ella entiende perfecto lo que quise decirle y aprieta mis bolas y es lo que necesito para correrme en su garganta.

Joder, toda ella es perfecta.

Nuestra Principessa. 8°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora