Nuestra Principessa. 8°

🔥CAPITULO 10🔥

SIN EDITAR.

FOTO ARRIBA

🖤<<{Aleksander}>>🖤

Después de darle cuatro orgasmos más entre mis dedos y mi lengua, la senté en un sofá que está sostenido por una cuerda que cae del techo, espose sus manos en la parte del sofá donde está la cuerda, hice lo mismo con sus tobillos y ella quedó totalmente disponible para mi.

Aleksander: ¿Estás incómoda? principessa.

Amelie: Un poco, pero puedo soportarlo.

Asiento con la cabeza y empiezan a embestirla con tanta potencia que el sofá se mece, pero lo sostengo de ambos costados para seguir penetrando con rapidez, paso mi mano derecha a su cadera y me sostengo con fuerza de ahí.

La otra la paso entremedio de sus piernas y la pongo alrededor de su cuello.

Amelie: ¡Ah! ¡Aprieta fuerte!

Hago lo que me pide ahora sí con el permiso de ella y aprieto con tanta fuerza que en unos cuantos minutos estaría muerta, cuando siento que va a desmayarse la suelto para que tome aire mientras la sigo embistiendo con fuerza y luego vuelvo a agarrar su cuello.

Amelie: Estoy cerca...

Dice después de la cuarta vez que le suelto el cuello para dejarla respirar.

Vuelvo a apretar con una fuerza desmesurada su cuello y la embistó de forma descontrolada hasta que ambos nos corremos.

Eso dejará muchas marcas mañana, suerte que su padre no está o me la intentara robar.

Salgo de ella, sacó las esposas con delicadeza y acarició sus muñecas y tobillos.

Aleksander: ¿Puedes seguir?

Ella mira mi polla que aún está erecta y mira mis ojos.

Amelie: Quiero montarte.

Nunca permito eso, pero ella es mi excepción a cualquier regla que haya puesto.

¿No besos? muero si cada día de mi vida no tengo uno de ella.

¿No abrazos? me mato si no siento su tacto.

¿No nos vemos más? te buscaré hasta el ultimo dia de mi vida principessa.

¿No puedes montarme? por favor principessa usame a tu antojo.

Me siento en la cama apoyado en el respaldar, ella camina hacia mí a paso sensual y empieza a regar fuertes y sonoros besos por mis piernas, sube y deja algunos al lado de mi polla, en todo mi torso, cuello y hombros.

No soy el único que deja huella, al parecer, dejó chupetones por todo mi cuerpo y jodidamente me encanta.

Se sube a horcajadas en mi regazo y baja por mi polla rápidamente, su espalda se arqueo haciendo que su cabeza vaya hacia atrás y sus pechos me queden casi en el rostro así que me inclino para besarlos y morderlos.

Saltó sobre mí con fuerza y escalofríos recorrieron mi polla, aprieto con mucha fuerza sus nalgas intentando no correrme ahora porque esto es una sensación que jamás había sentido.

Amelie: Aleksander...

Gime y mi cabeza comienza a dar vuelta, no sabía que esto podía ser tan placentero, pero no me arrepiento de no haber dejado a ninguna otra, ella siempre será la primera, mi excepción a todo.

Le doy un azote combinado con una mordida en su pecho y gime alto, sus uñas se clavan en mis hombros al mismo tiempo que su coño me aprieta y salta más rápido buscando acabar.