🔥CAPITULO 26🔥

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SIN EDITAR.

Al otro día…

❤️<<{Alexei}>>❤️

Nos está llevando en silencio por las escaleras del calabozo, se lo que quiere y ni loco me voy a negar a follarla.

Amélie: Les traje visitas.

No sé en qué puto momento está mujer creyó que nosotros teníamos o tendriamos algo, siempre fuimos de mi principessa.

Giulia: Sabía que él me extrañaría.

Está loca.

Amélie: ¿Pudieron ponerse al día las amiguitas?

Martina: ¡Perdí a nuestro bebé amor! Ellos me golpearon y lo perdí, lo perdí.

Mentira nunca estuvo embarazada, tiramos sangre de otra persona entre sus piernas cuando se desmayó después de que Alek o Fenrir no se bien, la usará cómo saco.

Nosotros somos escorias, pero no matamos niños inocentes, si en verdad hubiera estado embarazada la mantendriamos aquí con los cuidados necesarios hasta que diera a luz.

Luego por supuesto le daríamos al bebé a alguien que en verdad lo quiera y lo cuide y ella moriría.

Adrien: ¿Perdiste a mi bebé? ¡Cómo te atreves a ser tan inútil! ¡Ni mantener eso en tu vientre pudiste!

Ella, juraba que estaba embarazada, su cabeza en verdad lo creía.

Martina: Perdóname, perdóname por favor, fueron ellos, ellos me lo sacaron.

Llora y llora como lo viene haciendo desde entonces, nunca deja de hacerlo, por el día, por la noche se escuchan sus gritos de dolor.

En verdad está loca se supera.

Amélie: Yo le di uno, no te contó tu amiga, no estará triste porque ya tiene un hijo.

Adrien: Es verdad.

Alexei: Nuestro hijo es tan precioso.

Martina: ¡No, no, yo soy la mamá de tus hijos!

Amélie: ¿Cuáles hijos? Si lo perdiste por no ser capaz de cuidarlo.

Giulia: Déjenla, nosotras podemos ser completamente de ustedes, no nos compartirán, haremos lo que quieran.

Intenta negociar mirándome y mi mujer se ríe antes de bajarle el pantalón y el bóxer a Adrien y arrodillarse frente a él.

La vista me hace ponerme duro y me la masajeo por encima de la ropa.

Amélie: Pero si a ellos lo que más les gusta es compartirme —pasa su lengua por toda la polla de Adrien haciéndolo gruñir— solo que está vez será por separado.

Se pone de pie y lo hace sentarse en una silla y ella se monta encima después de levantarse el vestido que traía puesto, empieza a saltar entusiasmada.

Meto mi mano dentro de mi bóxer y rodeo mi polla con ella muevo hacia arriba y hacia abajo siguiendo los saltos de ella, pero no la saco de mi ropa.

No queremos enojar más a la princesita, así que me masturbo cómo puedo dentro de mi ropa.

Amélie: ¡Ah!

Joder sus gemidos son una puta droga para mí, quiero sacar mi polla y puder subir y bajar mi mano con ganas.

Aumentó los movimientos de mi mano al mismo tiempo que mi mujer salta sobre Adrien más rápido con ayuda de él.

Él le agarra las nalgas y la sube y la baja sobre su polla para que nuestra mujer haga el mínimo esfuerzo y descanse sus piernas, pero sin moverse solo la mueve a ella.

De arriba a abajo con mucha fuerza y velocidad.

Cuando ambos se corren ella arquea su espalda y tira la cabeza hacia atrás al mismo tiempo que él aprieta sus caderas hacia abajo para llegar a lo profundo.

Tengo frustración en la punta de la polla, ya que frene cuando iba a correrme, no puedo acabar mis pantalones o no podré salir de aquí sin una mancha.

Cuando sale de arriba de Adrien chupa de nuevo su polla tomando ambos jugos con su lengua.

No mames.

Mi polla brinca con emoción por eso.

Deja la polla de Adrien limpia y dura otra vez antes de venir hacia mi bajarme el pantalón y el bóxer haciendo lo mismo que antes, me sienta en la misma silla que estaba antes Adrien, pero a diferencia de él.

A mí me esposa ambas manos, ¿Por qué?

Alexei: ¿Por qué las esposas principessa?

Amélie: Resulta, que anoche cuando vine a visitar a mis presas, una de ellas dijo que no podía darte el suficiente placer, sí, adivinaste, Giulia.

<<Así que le demostraré cómo se hace y para eso necesito que tus manos estén bien amarradas para que no me frenes.>>

Alexei: ¿Qué vas a hacer?

Amélie: Nada de otro mundo amor, saltar sobre tu polla, solo te follare.

¿Por qué necesita mis manos atadas?

No llegó a preguntarle por qué su delicioso coño se aprieta alrededor de mi polla, está apretando intencionalmente mientras empieza a saltar lentamente.

Joder porque tan lento, quiero embestirla, quiero sujetar sus nalgas y hacerla brincar.

Giulia: Si eso es todo lo que puedes, entonces no sirves, déjaselo a una mujer que sepa atenderlo.

Mi mujer me sonríe antes de empezar a saltar con mucha rapidez, tanta que una electricidad me llega a todo el cuerpo y tengo que agarrar fuerte la silla con mis manos para darme cuenta de que el placer que me está generando es real.

Tan real como que me voy a morir aquí.

Gimo cuando deja de saltar tan rápido y hace movimientos circulares.

Vuelve a saltar y yo vuelvo a sujetar con fuerza la silla, siento que si la suelto mi mundo dará vueltas.

Alexei: mmm

Puta madre.

Sus manos van a mis hombros para ayudarse a qué su movimiento sea aún más rápido y profundo, la cordura se me fue, los pensamientos igual.

Solo ella, el inmenso placer que no me deja reaccionar y yo.

Los gemidos salen de mi boca como vómito verbal, como nunca antes me había pasado.

Su coño empieza a contraerse a mi alrededor, llamando a mi polla a correrse y brinca con fuerza hasta que acabamos juntos.

Alexei: Amélie

Sigue saltando sin parar.

Siento mi cabeza pesada, mi polla como fuego y no sé cómo explicarlo, nunca lo había sentido.

Alexei: Para, por favor, para.

Ruego cuando las sensaciones son tan intensas y abrumadoras que me ciegan, intento mover mis manos para frenarla y no puedo.

¡Ah!

Alexei: ¡Amélie!

Grito cuando un placer muy intenso y profundo me llega, siento mucho líquido salir de mi polla y veo todo negro.

Nuestra Principessa. 8°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora