Nuestra Principessa. 8°

🔥CAPITULO 40🔥

SIN EDITAR.

Dos días después…

🧡<<{Angelo}>>🧡

Bajamos a los calabozos con Roman, el es uno de los hombres de los que disfrutan violando escorias como Aleksi.

No es como los hombres del averno, este disfruta escuchando suplicar a sus víctimas y no solo los viola con su polla.

Según Aleksander y Arlene, él mete el cañón de su arma, cuchillos, todo lo que pueda lastimar.

Hasta donde nos contaron violaron y asesinaron a su hija, por lo que vive su vida haciéndole lo mismo a otros violadores.

Aleksander: Es él.

Román: ¿Qué hizo?

Leo: Secuestro a mi hija embarazada.

Todos entendieron y comprendieron lo que pidió Amelie, fuera de este calabozo a ella nadie más que nosotros la tocó.

Balam: La drogó, la desnudo y según sus palabras la tocó sin su consentimiento.

Él hombre asiente al mismo tiempo que sus ojos brillan.

Aleksi: Es muy rica.

Se ríe.

Hijo de la gran puta, quiero ver si todavía tiene fuerzas para reírse después de que le rompan el trasero.

Román: ¿Si? Cuéntanos qué le hiciste.

Está en verdad interesado.

Aleksi: Tiene unos preciosos y deliciosos pechos, entraron justo en mis palmas.

El hombre que trajimos se ríe junto a Aleksi.

Román: Me imagino, tiene que ser una mujer muy hermosa para tener 16 esposos.

Pues sí lo es.

Aleksi: ¿Y su coño? Uf, qué jodida delicia, sabe cómo al mejor postre.

Román: ¿Lo probaste?

Aleksi: Mientras estos imbéciles no sabían dónde estaba su mujer yo me la comía.

Román: ¿Y gritó?

Están charlando como si fueran los mejores amigos.

Aleksi: Esa fue la mejor parte, no lo hizo porque estaba inconsciente, así que no pudo gritar cuando metí mis dedos en ella.

Aleksander: Lo más grande que tienes en tu cuerpo.

Balam: Ya es lo único que le queda.

Sí, porque la polla le fue arrancada por la bala.

Aleksi: ¡Acabe a su lado y le metí todo mi semen en la boca!

Se ríe el muy hijo de perra.

Todos estamos calmados, Román nos había explicado que nos contaría todo lo que le hizo a nuestra mujer para hacernos enojar y que lo matemos rápido.

No nos vamos a alterar, la tía Arlene no nos entrenó para eso, no lo mataremos rápido y perderemos la oportunidad de verlo llorar.

Un caso muy diferente es Leo, el le salta encima a Aleksi y comienza a golpearlo sin reparos haciendo sangrar su boca.

Johan y Ajax lo sacan a la fuerza mientras nos grita que lo dejemos matarlo por lastimar a su bebé.

Román: Hombre, siento mucho lo que esté le hizo a tu hija, pero si no te calmas no podremos hacerlo sufrir.

Leo: Ya estoy calmado, ya sueltenme.

Le dice a los chicos quienes lo sueltan, el resto por otro lado no nos habíamos movido ni un centímetro, está en todo su derecho de querer matarlo a golpes.

Claro que preferimos verlo llorar primero, pero si él quería matarlo a golpes, lo podía hacer.

Aleksander: Empecemos.

Román asiente al mismo tiempo que nosotros nos sentamos en el sofá con comodidad para ver lo que le espera a Aleksi.

El hombre saca una pinza de sus pantalones, comienza a sacar sus dientes y muelas, cuando ya están todos en una bandeja donde Aleksander le dijo que los colocará.

Le dan un balde de agua que pidió, con ayuda de Amos le hace abrir la boca a Aleksi y vacía el contenido del balde en su boca haciéndolo ahogar y al mismo tiempo limpiar la sangre de su boca.

Con una sonrisa mirando al hombre atado saca su polla de los pantalones y sujeta con fuerza los cabellos de Aleksi antes de meterle la polla hasta el fondo de la garganta y hacerlo ahogar.

Lo cachetea cuando se sigue ahogando y le indica que respire por la nariz, arremete con fuerza contra su garganta.

La nariz de Aleksi toca la pelvis de Román con fuerza y sus ojos pronto se llenan de lágrimas que no se derraman.

Le folla la boca con fuerza siempre asegurándose de que Aleksi esté sin aire, se queda mucho tiempo en su garganta hasta que el se coloca de colores y sale antes de que se desmayé.

Lo hace muchas veces más hasta que acaba en su garganta.

Vuelve a ahogarse con toda la descarga de Román y este le golpea con fuerza la mejilla dejándole en rojo marcada su palma.

No voy a negar que me causa mucha satisfacción ver cómo está obligado a tragar el semen de Román porque este no sale de su boca.

Por eso no oculto la visible sonrisa que surca mi rostro.

Cuando Aleksi ha terminado de tragar Román sale de su boca y se inclina para mirar sus llorosos ojos.

Román: ¿Era rico? Supongo que la hermosa mujer no pudo decirte, ya que estaba inconsciente, pero tú estás despierto, contesta.

Leo: Quizás no saboreó lo suficiente.

Román: Supongo que tienes razón, tendré que volver a llenarlo a ver si contesta la próxima vez.

Ver negar con la cabeza a Aleksi mientras lágrimas caen de sus ojos me hace sonreír con más fuerza.

Me gusta esto, tanto como ver qué vuelve a meterse hasta su garganta.