Nuestra Principessa. 8°

🔥CAPITULO 43🔥

SIN EDITAR.

Tres meses después...

🤍<<{Adrien}>>🤍

Estamos todos en el quirófano de la casa y digo todos porque toda la familia se juntó para la ecografía de Amelie.

Hoy sabremos que sexo son los bebés y estamos extremadamente emocionados.

Con solo decirte que no dormí durante toda la noche y me enteré de cosas interesantes...

Como el hecho de que mi mujer tiene el sueño ligero y también que se levanta varias veces durante la madrugada, pone sus dedos en la nariz de todos y sale de la habitación.

Supuse que iba a hacer lo mismo con nuestros hijos y cuando me quise levantar a corroborarlo Aleksander me detuvo.

"Necesita fijarse si están bien y regresa, vuelve a hacerte el dormido."

Me confirmó lo que yo pensaba, nunca cuestione la razón por la que hace eso, solo lo atribuí al hecho de cómo habíamos encontrado a los niños.

No me molesta en lo más mínimo, si necesita levantarse unas seis, siete, incluso diez veces durante la noche para asegurarse de que todos respiren y poder sentirse bien, que lo haga.

Feliz de hacerme el dormido cada vez, aunque no creo que pasé muy seguido, yo si tengo el sueño pesado.

Le pregunté a Aleksander hace cuánto sabe que nuestra mujer hace esto, me dijo que prácticamente desde que volvimos de la luna de miel.

Claro que antes no salía de la habitación, solo éramos nosotros los que necesitaba saber si respiraban.

Parece ser que Aleksander no puede soportar perderla de vista, por qué me dijo que si tarda mucho se levanta a buscarla y saber si está bien, pero generalmente la deja ser porque es algo que hace siempre.

Amelie: ¿Era necesario que estén todos?

Edeline: Principessa, son los próximos niños de la casa, todos estamos emocionados.

Arlene: Yo te arme la boda principessa, no puedes echarme, ni siquiera pensarlo.

Ares: Son mis hermanos.

Eren: y los míos, así que nos aguantas.

Alessandra: Por si no quedó claro, también son mis nietos.

Lia: Y los nuestros.

Alice: ¿Hace falta que aclaremos nosotros también?

Aitor: ¿O nosotros?

Amélie: Ya, ya, ya entendí, ponme el coso ese tío así me dejan de abrumar tantas personas.

El vientre ha crecido mucho y hermosamente, me encanta acariciarlo.

El tío Gian le pone gel en el vientre y empieza a moverlo por todos lados.

Atenea: ¡Niño!

Grita y señala la pantalla cuando muestra claramente (para ellos) la zona íntima de uno de nuestros bebés.

Amélie: ¿Es uno de los que está solito?

El tío asiente.

Gian: Ese es uno de los primeros dos, el otro es...

Arlene: Niño.

Gian: Joder, ¿Quieren hacerle ustedes la ecografía?

Todos nos reímos.

Desde que la tía Arlene aprendió dice todo antes que su esposo y lo hace desesperar.

Lo hace a propósito, pero él se enoja cada vez.

Arlene: ¿No tienes un diploma? Hazlo valer.

Lo pelea a lo que él aprieta su mandíbula y vuelve a mover el aparato sobre el vientre de mi mujer.

Gian: Se callan ustedes dos metidas o las sacó —mira a la Tía Até y la tía Arlene, ambas levantan sus manos en rendición— los gemelos también son niños.

<<Los trillizos... ellos no se dejan ver, no podemos saber si son niños o niñas.>>

Le da algo con lo que limpiarse a nuestra mujer mientras retira el aparato.

Eren: Serán niños.

Adam: ¿Cómo sabes?

Eren: ¿No soportan que mi madre salga a la puerta y quieren una niña?

Gaia: Bien dicho muñeco.

Aura: No merecen tener una reina con lo tóxicos que son.

Aleksander: ¿Cómo dicen eso después de que las consiento tanto?

Aura: Con la boca.

Gaia: ¿No es obvio?

Arlene: Los niños aprenden hermano y a todos ellos los entrenamos, atente a eso.

Aleksander: Pero soy su tío cool, no pueden hacer eso.

Aaron: Eres el cool porque eres igual a mamá.

Batista: Golpe bajo hijo.

Hera: No puedes ofenderte, es la verdad.

Aleksander: ¿Desde cuándo hablas tanto?

Hera: Desde que me di cuenta que las palabras duelen.

Todos en el quirófano se ríen, incluyendo a sus padres y en especial a su hermana.

Aleksander: Muda me caías mejor.

Mikhail: Respeta mocoso, es mi hermana.

Arlene: Y él el mío, ¿Cuál es tu punto?

Aleksander: Eso imbécil, ¿Cuál es tu punto?

Arlene: Tú cállate.

Aleksander: Si caos.

Hera: Mudo me caes mejor.

Se ríe.

Archie: Tu papá tampoco habla mucho, ¿Sabes eso no?

Amos: El mío tampoco.

Alexei: Y el mío.

Alessio: Mi copia igual.

Aaron: Los que apreciamos el silencio conocemos el buen vivir.

Edeline: Estoy de acuerdo contigo.

Tom: No conocen la paz que hay en el silencio.

Hera: Deberían intentarlo, quizás y se hagan menos imbéciles.

Angelo: Yo hablo mamá.

Hera: Por eso cielo.

Vuelven a reírse.