SIN EDITAR.
Amelie 4 años...
Hace muchos años...
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Arlene: Quiero sus pensamientos.
Lia: No pensamos en nada.
Eso no es del todo verdad teniendo en cuenta que llevamos conversando sobre un asunto importante en nuestras vidas desde hace semanas.
Leo: Queremos a Maximiliano.
Arlene: ¿Max? ¿Mi Max?
Por alguna razón desconocida no me gusta que le diga así y se lo hago saber con mi ceño fruncido y mal rostro.
Lia: Nos gusta, queremos... conocerlo.
Arlene: Vamos a decir que creo eso de querer conocerlo, ¿Porque me lo dicen a mi y no a él?
Leo: Vamos, sabemos como eres, nadie toca a los tuyos sin permiso y no te lo estamos pidiendo no te equivoques, te estamos avisando.
Arlene: Qué jodidos huevos tienes para decir eso en mi rostro, muertito.
No, en realidad, lo llevo ensayando desde hace una semana y estoy que me cago encima.
Lia: No lo lastimaremos, solo queremos experimentar algo nuevo.
Arlene: ¿Saben que si no les funciona pueden romper su matrimonio, no?
Leo: Eso no pasará, él no es algo importante en nuestro matrimonio y no lo será.
Arlene: Hay mi amigo muerto, a veces me das tanta gracia, terminaran enculados, yo lo sé, piensen bien si es lo que quieren, pero lastimenlo, corten un solo cabello de su loca cabeza y estan muertos.
Lia: Tu cuidas a la principessa.
Nuestra amiga me mira con una sonrisa.
Arlene: Esos son huevos amigo, aprende de tu mujer, hasta aquí siento el olor a mierda que sale de tu trasero —mira a mi mujer—ni modo que deje que la principessa vea cómo se dan entre todos, tienen —mira su reloj— cinco días y 17 horas, despues tengo un viaje y lo necesito con sus piernas funcionando bien.
Leo: Solo necesitamos una noche.
Nuestra amiga se ríe de nosotros.
Arlene: Claro, ahora váyanse tengo cosas que hacer.
Nos echa de la oficina de su casa que es donde estábamos conversando, sin perder tiempo o agotar la paciencia para que cambie de opinión nos vamos de la casa y nos montamos al carro para ir a la dirección de Maximiliano.
Lo llevamos siguiendo y observando semanas, no conocía la faceta acosadora de mi mujer, pero debo admitir que me gusta, me calienta de una forma extraña, saber que está persiguiendo a un hombre que también me atrae es excitante.
Llegamos, nos bajamos del carro y golpeamos la puerta de su casa como si fuera lo más común del mundo, cosa que no lo es, si bien nos llevamos bien, nunca habíamos hablado más que en el avión de Arlene, ese es el único ámbito que lo conocemos.
Claro que ahora sabemos demasiadas cosas, lo investigamos antes de intentar estar con él.
Abre la puerta con una sonrisa, mi mujer y yo nos quedamos viendo su torso desnudo y bajamos la mirada hasta sus joggings gris claro.
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Nuestra Principessa. 8°
RomanceOctavo libro de la saga Legado. (Independientes) 🖤{Aleksander}🖤 Está tremendamente mal lo que haré, ella es diez años más chica que yo, pero siempre tuve un plan y no lo voy a cambiar ahora que estoy cerca. Será mía. Será nuestra. Bien dice mi her...