capitulo 12

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Mikasa no sabía disimular cuando alguien no le agradaba, eso lo tenía más que claro, pero la forma en la que miraba a Eren ya era sobrepasar los límites. Con solo decir que no llevábamos ni veinte minutos comiendo y ya no soportaba la tensión ambiental que se había generado por culpa de ella.

Aunque al parecer, de los tres, era el único atento a las reacciones y actitudes que tenía Mikasa con respecto a la situación actual. Todo lo contrario a mi madre y Eren, quienes estaban bastantes entretenidos hablando sobre diversos temas, totalmente ajenos a la incomodidad que me estaba consumiendo poco a poco hasta el punto de querer desaparecer.

Mikasa era la persona más irritable en la faz de la tierra, sobrepasando por bastante a Eren.

Además, ¿Qué era esa actitud de niñita chica?

Enojarse porque le había mentido cuando me preguntó si conocía a Eren me parecía una completa inmadurez de su parte.

La idiota no podía esperar a que yo le contara absolutamente todo lo que me pasaba y con quién me relacionaba en el día a día, porque como toda persona, tenía derecho a un poco de privacidad.

Ella me tenía al borde de un colapso nervioso, literalmente.

Lo mejor que podía hacer para mantener mi paz mental era ignorarla. Y decidido, puse toda mi atención en la conversación que estaban teniendo mamá y Eren. Pero por desgracia, seguía sintiendo los ojos de Mikasa clavados como cuchillos en mi persona.

—¿Y no es muy agotador trabajar como profesora de nivel preescolar?—le preguntó Eren a mamá.

Ella formó una suave sonrisa y negó con un movimiento de cabeza.

Lo que más disfrutaba mamá era hablar sobre sus pequeños angelitos, que la verdad, de angelitos no tenían absolutamente nada, es más, parecían pequeños aprendices de lucifer. Y no estoy exagerando.

—Cuando te gusta lo que haces el agotamiento pasa al olvido—Contestó mamá sin borrar la sonrisa de su rostro—Además, mis alumnos son unos angelitos comparados con estos dos—bromeó, haciendo una señal entre mi Mika y yo—porque ni te imaginas las canas verdes que me sacan cuando se pelean.

Eren llevó su mirada a mi persona, divertido por el comentario que había soltado mamá. Y por la sonrisa que tenía en su rostro, estaba más que seguro que iba seguir indagando en el tema.  

Solo esperaba que mamá no soltara algo vergonzoso que le diera material a Eren para molestarme.

—¿Se peleaban mucho?—preguntó mientras cortaba un pedazo de pastel para llevárselo a la boca.

Mamá nos dio una rápida mirada y movió la cabeza en aprobación—Ni te imaginas, ahora lo siguen haciendo, pero antes eran peor que perros y  gatos. No podía dejarlos ni un segundo solos porque de lo contrario se mataban.

—Pero si Levi se ve tan tranquilito—contestó, aunque pude notar un leve tono sarcástico en su voz.

Rodé los ojos. No le respondía con un insulto o golpe solo porque estaba mi madre presente.

—Levi era un demonio. Me acuerdo que una vez estaba en la cocina preparando un pastel para el cumpleaños de Mikasa y...

La historía queda a medio contar cuando el desagradable sonido del tenedor pasando fuertemente por la superficie del plato se dejó escuchar por sobre la voz de mamá. Todos llevamos la mirada algo confundidos hacía Mikasa, la cual parecía estar desquitando su molestia con el pobre e inocente pedazo de pastel.

¿Cual era su maldito problema? ¿Acaso no podía simplemente disimular que estaba molesta conmigo?

Mi madre frunció el ceño ante la actitud de mi hermana y luego llevó su mirada a mi persona, haciendome una pregunta silenciosa por si sabía algo al respecto, a lo que yo solo le pude responder elevando los hombros.

Te Odio Eren Jaeger (Ereri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora